En Argentina ya se ven los coletazos de las nuevas restricciones a las exportaciones de carne, oficializadas por el gobierno la semana pasada.
El Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) proyecta que las ventas externas de carne vacuna del país vecino caerán entre 30% y 35% en los próximos dos meses. Se producirían unas 25.000 toneladas menos al mes y se dejaría de percibir una cifra cercana a los US$ 100 millones de dólares mensuales, de acuerdo a un informe técnico realizado por la entidad oficial.
“Se hará imposible integrar el negocio exportador. Tendrá un impacto negativo sobre el nivel de actividad de la industria exportadora”, apuntó.
En el bimestre julio–agosto posiblemente su nivel de actividad se reduzca en alrededor de 100.000 cabezas mensuales, mientras se encuentre vigente este esquema de restricciones. En ese periodo el año pasado la faena en establecimientos habilitados exportación se ubicó alrededor de 460.000 cabezas mensuales.
En lo inmediato, en el mercado de Liniers los precios del ganado cayeron un 10%. Ingresaron 5.856 animales, con una demanda indiferente. La vaca sufrió mucho y acumula cuatro ruedas de pérdida, informó Clarín.
La industria está parada o sin trabajar en algunos turnos. Los frigoríficos tienen carne en contenedores que no saben qué destino tendrá, y siguen a la espera de definiciones del gobierno para tomar una determinación.