Por Eduardo Blasina
El momento excepcional de la ganadería sigue. Y eso tiene que ver con los problemas de nuestros competidores. En Brasil las heladas siguen diezmando la principal cosecha de maíz, elevando los costos de producción y disminuyendo la faena de vacunos. Las heladas recientes acentuarán ese panorama. Difícil una recuperación de la producción de carne de Brasil en el corto plazo y todo el sector cárnico sentirá el impacto. Incluso para el gobierno la inflación será una problema, no en un nivel general pero si en los alimentos.
El segundo hueco nos lo regala el gobierno argentino. Veremos cuanto dura, pero el daño será estructural, tanto en los mercados como en las decisiones de los ganaderos.
El tercer hueco es el de Australia. Tiene un componente coyuntural y uno estructural. La coyuntura refiere a que Australia viene saliendo de la peor sequía de los últimos tiempos, que finalizó en 2020. Está en plena recomposición de stocks. Pero lo estructural es su divergencia política con China.
El último reporte del Departamento de Agricultura de EEUU sobre la situación global del mercado cárnico ratificó el agudo faltante de oferta exportadora en los tres competidores principales de Uruguay: Brasil, Australia y Argentina y en consecuencia corrigió a la baja la producción mundial para este año.
Por su cercanía con China, Australia es un competidor fundamental para Uruguay en Asia. Allí queda un año y medio de oportunidad por la poca oferta local. Pero la actual retención se convertirá en más competencia. En 2021, se espera que el rebaño crezca 5% a 25,9 millones de cabezas, cerca de su tamaño en 2019 antes del último año de la liquidación inducida por la sequía. Este aumento sigue a la caída a su número más bajo en 25 años en 2020 cuando alcanzó los 24,6 millones. El aumento del 5% que se prevé para 2021 se basa en las proyección de Meat and Livestock Australia. Mientras permanece La Niña o una situación neutral cercana a la Niña, las lluvias son favorables en Australia y de esa manera la oferta de hembras es muy baja ya que como sucede en Uruguay, los precios en Australia son muy favorables, para algunas categorías los mayores de la historia.
Y eso a pesar de que las ventas a China han caído marcadamente. El mercado de China representaba 30% de las ventas de Australia dos años atrás y a partir de la situación de conflicto han bajado a 15% del total en el presente. La política interfiere, porque China sabe que no puede influenciar a Australia y Nueva Zelanda, con economías sólidas y menos dependientes de las compras de China. Y los chinos a su vez tienen especial interés en establecer lazos económicos y políticos en América del Sur. Ya los tienen con los gobiernos de izquierda y los construyen con el resto.
De modo que el factor que puede ser decisivo para el mercado cárnico en el mediano plazo es el enfrentamiento geopolítico que mantiene China con Australia. Sobre eso hubo novedades hoy.
Estados Unidos está «monitoreando de cerca» las tensiones comerciales entre Australia y China y apoyará a Canberra para abordar las prácticas no comerciales dirigidas por el estado de China, dijo el miércoles la representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, a su contraparte australiana.
El USTR, comparable a un Ministerio de Comercio de EEUU dijo en una declaración luego de la reunión de Tai con el ministro de Comercio de Australia, Dan Tehan, que los dos ministros acordaron continuar trabajando para desarrollar una política de comercio digital que reconozca «la importancia de la colaboración entre aquellos con sistemas abiertos, libres y democráticos. . »
Las tensiones comerciales entre Australia y China, que ya eran altas después de que Australia prohibiera al gigante chino de telecomunicaciones Huawei participar de su red inalámbrica 5G en 2018, empeoraron luego que Australia solicitó una investigación internacional sobre los orígenes del nuevo coronavirus.
China, el mayor socio comercial de Australia, respondió imponiendo aranceles sobre el vino y la cebada australianos y limitadas las importaciones de carne, carbón y uvas australianos, medidas que Estados Unidos describe como «coerción económica». Australia en junio impugnó los aranceles sobre el vino en la Organización Mundial del Comercio.
En mayo, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, dijo que China «siempre ha sostenido que las relaciones entre China y Australia son de interés fundamental para ambos países». Pero agregó que la responsabilidad por el declive de las relaciones entre los dos países no era «en absoluto China» y que Australia debería tratar a China con «objetividad» y «racionalidad».
Australia recibe el apoyo diplomático de EEUU, pero eso no mejorará el relacionamiento con China. De esa situación Uruguay se beneficia y potencialmente puede beneficiarse más en el futuro.