La compañía brasileña saudí Minerva anunció la compra de 16 frigoríficos de su competidora Marfrig por un total de RS 7.500 millones, unos US$ 1.540 millones. El negocio incluye a tres de las cuatro plantas de Marfrig en Uruguay: frigorífico Colonia, frigorífico La Caballada en Salto y frigorífico Inaler en San José. Entre las tres faenan aproximadamente el 18% de todos los vacunos del país.
La capacidad de Minerva se vio robustecida con la autorización por parte del organismo de Competencia de la compra del frigorífico BPU hace algunas semanas, con lo que sumó alrededor del 26,6% de la faena.
Con esta operación Minerva se acerca al 45% de la capacidad total de faena de Uruguay. La venta está sujeta a la aprobación de las autoridades reguladoras y de competencia.
Las plantas
Es la mayor transacción de la historia de Minerva y la segunda mayor en la industria de la carne en Brasil, luego de la compra de Bertin por parte de JBS en 2009 por US$ 2.500 millones. El negocio de 7.500 millones de reales incluye ocho plantas de faena activas y tres inactivas en Brasil, una en Argentina, una en Chile y tres en Uruguay. En Argentina, se venderá el matadero de vacunos de Villa Mercedes y en Chile el matadero de ovinos Patagonia.
Con 16 nuevas plantas, Minerva aumenta un 44% su capacidad de faena. Se convierte en el mayor jugador de la región sudamericana y con el mayor número de plantas certificadas para exportar a China.
Suma casi 13 mil cabezas por día de capacidad adicional de faena en bovinos y 6.500 en ovinos.
¿Cómo se paga?
Según un comunicado de Marfrig fueron pagados RS 1.500 millones en el momento de la firma del contrato, unos US$ 308 millones. Minerva obtuvo una línea de crédito con JP Morgan para pagar los 6.000 millones restantes, que serán pagados cuando las operaciones sean aprobadas por las autoridades regulatorias y de competencia de los cuatro países involucrados.
La estrategia de Marfrig
Marfrig conservó en Uruguay el frigorífico Tacuarembó, la planta de procesamiento y enlatado que opera en Fray Bentos y un feedlot en Río Negro con capacidad para 16.000 vacunos.
«Los complejos industriales de la región, que integran la faena y la producción de artículos de alto valor agregado, con mayor escala, eficiencia y márgenes de ganancia, permanecen bajo la gestión de Marfrig, que ahora tiene ingresos anuales consolidados de alrededor de 130.000 millones de reales», señalaron los responsables de Marfrig.
Marfrig mantendrá sus marcas (como Hamby en Uruguay y Paty en Argentina) y el equivalente al 60% de los ingresos totales obtenidos por la operación sudamericana en 2022, con márgenes de dos dígitos, y seguirá exportando a más de 140 países.
“Es una etapa más de esta consolidación en el tipo de producto que creemos que es más rentable y en segmentos de crecimiento a nivel mundial, como las hamburguesas”, dio Rui Mendonça, director general de Marfrig.
¿Por qué ahora?
Según Fernando Galletti de Queiroz, presidente global de Minerva Foods, hace 15 años mantenían conversaciones con Marfrig. «Siempre pensamos que tenía sentido y hubo una maduración de las empresas en estos años, en las estrategias de cada una y en las negociaciones, Ahora no nos superponemos, y eso es beneficioso para todos», dijo Queiroz.
La diferencia de las negociaciones que condujeron a este acuerdo respecto a intentos anteriores es que las dos compañías competidoras conservan la independencia corporativa, una diferencia clave con respecto a otros intentos anteriores según analistas brasileños.
La compra llega pocos días después de que Uruguay diera luz verde a la compra del frigorífico BPU de propiedad japonesa y que ya había generado cuestionamientos por la concentración de la industria frigorífica uruguaya.