En 2013, Mark Post, profesor de la Universidad de Maastricht, presentó la primera hamburguesa hecha de carne cultivada. Desde entonces, la ambición de crear carne basada en la “agricultura celular”, sin ganadería, ha ganado apoyo tanto entre los activistas de los derechos de los animales como entre los actores de la industria.
Pero un informe realizado por el portal The Conversation indica que los costos ambientales son más altos de lo que se pensaba originalmente.
Como lo indica un estudio de 2011, la carne cultivada puede ofrecer muchas ventajas sobre la carne convencional: reduciría las emisiones de gases de efecto invernadero en un 78-96% y requeriría de un 7-45% menos de energía y un 82-96% menos de agua.
Sin embargo, investigaciones más recientes sugieren que, a largo plazo, el impacto ambiental de la carne cultivada en laboratorio podría ser mayor que el del ganado. A diferencia de otras investigaciones, los estudios que confirman esta tesis consideraron no solo la naturaleza de los gases emitidos, sino también los costos energéticos de las infraestructuras requeridas para el cultivo celular.
Es importante destacar que la ganadería cumple muchas funciones además de la producción de carne. Contribuye al reciclaje de grandes cantidades de residuos vegetales que no pueden ser consumidos por los humanos y produce fertilizantes. Además, los pastos capturan y almacenan carbono. ¿Qué los reemplazará si la carne se produce mediante cultivo celular? Esto significa que es extremadamente complejo evaluar el costo ambiental a largo plazo de una transición de carne convencional a cultivada.
Los animales tienen un sistema inmunológico que los protege de forma natural contra infecciones bacterianas y de otro tipo. Este no es el caso del cultivo celular, y en un ambiente rico en nutrientes, las bacterias se multiplican mucho más rápido que las células animales. Para esto, es fundamental evitar la contaminación, y eso requiere un alto nivel de esterilidad.
Lea el informe completo publicado en The Conversation aquí
https://theconversation.com/cultured-meat-could-create-more-problems-than-it-solves-127702