El gobierno argentino publicó un decreto por el que prohíbe exportar siete cortes “populares” de carne vacuna hasta el 31 de diciembre de 2023, una medida que había sido adelantada la semana pasada por el ministro de Agricultura y Ganadería, Julián Domínguez, a técnicos de las entidades rurales e industriales frigoríficos.
Los cortes “preferidos”, tanto frescos, enfriados o congelados, que no pueden ser exportados, son: hueso, falda, matambre, tapa de asado, nalga, paleta, y vacío.
Durante la segunda mitad de 2021, con estas restricciones ya en vigencia, Uruguay superó a Argentina como segundo exportador de carne a China –por detrás de Brasil- y con esta decisión ese panorama podría extenderse.
El senador nacionalista Sebastián Da Silva calificó la decisión del gobierno de Alberto Fernández como “harakiri populista” que favorece el posicionamiento de las carnes Premium uruguayas.
En el mismo decreto Argentina también liberó las ventas de cortes de carnes de las vacas de manufactura con destino a China.
El fundamento de la medida argentina –que Domínguez no apoyaba, pero debió secundar y firmar el decreto- es el de frenar la suba de precios de los cortes de carne más consumidos en el mercado interno que tienen una fuerte incidencia sobre el índice de precios al consumidor
El cepo a las exportaciones impuesto en mayo “no cumplió con su objetivo porque el precio de la carne no bajó, por el contrario, en noviembre pasado tuvo subas promedio de 9%”, indica La Nación.
El gobierno argentino creó, además, el «Observatorio de la Producción de la Carne Vacuna» en el ámbito del ministerio de Agricultura, como un «organismo consultivo» que «brindará asesoramiento para impulsar la productividad y generar un buen clima de negocios en la cadena de la carne».
En base a La Nación y EFE