La producción de lana en Australia se está estabilizando, a pesar de que el bajo stock de ovejas sigue obstaculizando su recuperación.
De acuerdo al último pronóstico realizado por el Comité Australiano de Lana, la producción en 2020/2021 se recuperará 1,1% frente al ejercicio anterior. Esto se da de la mano de condiciones estacionales favorables en la mayoría de las regiones productoras, excepto en Australia Occidental y Queensland.
En 2019/2020 se registró una caída interanual de 5,3% en la producción, afectada por las condiciones persistentes de sequía que golpearon al país.
“La mayoría de las regiones productoras de lana en Nueva Gales del Sur, Victoria, Australia del Sur y Tasmania han tenido temporadas de primavera excepcionales con alta disponibilidad de alimento y un número relativamente bajo de ovejas, lo que ha provocado un aumento del peso del vellón en muchas regiones”, señaló el presidente del comité, Russell Pattinson.
El número de ovejas disponibles continúa siendo un factor clave que limita la recuperación de la producción australiana de lana.
El Comité estima que el stock de ovejas destinadas a la producción de lana disminuirá en un 5,5% en la zafra 2020/21.
En lo que refiere a precios, el Departamento de Agricultura de Australia (Abares) pronostica que los valores de la lana caerán 23% durante la producción 2020/2021 frente al ejercicio anterior debido a que hay una menor demanda por esta fibra en la fabricación de textiles.
La volatilidad del precio de la lana en 2020 fue la más alta en más de 20 años, luego de grandes correcciones de precios de 2019.
La reducción que se dio en la demanda de lana provocó un gran ajuste en los valores a lo largo de 2019 y se esperaba que comenzara a recuperarse en 2020. Sin embargo, la pandemia por covid-19 la redujo aún más.