El comercio mundial de carne vacuna experimentará un crecimiento sostenido hasta 2030, con la tracción de la demanda asiática y la expansión estratégica de las exportaciones por parte de los países sudamericanos, según un informe de RaboResearch de esta semana.
El comercio de carne vacuna está preparado para un crecimiento sostenido durante los próximos cinco años “a pesar de la continua volatilidad del mercado” indica el informe.
Países como Vietnam, China, Malasia y Filipinas experimentan un fuerte crecimiento del consumo per cápita, lo que conlleva una mayor dependencia de la carne vacuna importada. Se espera que los países sudamericanos, en particular Brasil, satisfagan esta demanda mediante mejoras en la productividad y mejores prácticas de gestión.
En los últimos cinco años el comercio mundial de carne vacuna ha experimentado un notable incremento, con un aumento de las exportaciones del 14% desde 2019 hasta alcanzar casi 13 millones de toneladas en 2024.
“Las exportaciones brasileñas de carne vacuna se dispararon, pasando de 2,3 millones de toneladas en 2019 a 3,6 millones de toneladas en 2024, impulsadas en gran medida por la creciente demanda del mercado chino”, que compra en Brasil la mitad de su carne en el exterior.
El mercado mundial de carne de res ha experimentado una volatilidad significativa debido a brotes de enfermedades, tensiones geopolíticas y cambios en las condiciones económicas.
Según el analista Angus Gidley-Baird, se prevé que esta imprevisibilidad persista, afectando los flujos comerciales tradicionales y generando incertidumbre.
A medida que se modifican los aranceles y las restricciones de acceso al mercado, el entorno geopolítico sigue siendo un factor clave en las fluctuaciones del mercado.
Se prevé que la segunda mitad de la década sea testigo de un crecimiento continuo en el comercio mundial de carne vacuna, impulsado por el aumento del consumo en Asia.
La producción mundial de carne vacuno aumentó 5,5% entre 2019 y 2024 y este año la tendencia cambió, con un descenso especialmente en Estados Unidos y Europa.
«Esta reducción impulsará los precios del ganado y la carne de vacuno, trasladando los márgenes a los productores», explica Gidley-Baird. Sin embargo, se espera que los niveles de producción se recuperen, impulsados por la mejora genética y el aumento del peso de las canales.
A medida que se reducen los suministros mundiales, pueden aumentar las tensiones entre los consumidores globales y nacionales, y países como Brasil experimentarán una reducción del consumo interno a medida que las exportaciones alcancen precios más altos, proyecta Rabobank.

