Los granos siguen encontrando soporte en situaciones climáticas contrapuestas en EEUU y China. En EEUU este lunes el recorte en el estado de maíz y soja fue mayor de lo que esperaba el mercado y debe dar soporte a la operativa de la semana.
En el caso del maíz el que está en buen estado bajo de 64% a 61%, y similarmente en la soja pasó de 62% a 59% un deterioro mayor al que esperaba el mercado. Pero no hay una situación dramática, de hecho esta semana algunas lluvias ocurrieron por lo que en soja el mercado se mantuvo estable. Sí subió nítidamente en maíz, aunque eso tenga menos incidencia para el mercado uruguayo de corto plazo.
La soja 2024 se va afirmando gradualmente de la mano de esta perspectiva de una recuperación más moderada de stock de EEUU si la cosecha no es tan grande como por ahora proyecta el USDA.
También el trigo va recuperando firmeza en varios frentes. Por un lado las graves inundaciones en China, por otro la sequía que avanza al centro de Europa y llega a Alemania. Y a eso se suma el factor geopolítico en plena ofensiva ucraniana y con pocas perspectivas de que se renueve el acuerdo para la exportación de grano desde el Mar Negro.
Los pronósticos de lluvias por debajo del promedio para el resto de junio en EEUU sostienen los precios, así como la fortaleza del real frente al dólar, que presiona la competitividad de Brasil.
La soja julio 2024 tuvo un repunte significativo en Chicago hasta US$ 447,8, desde los niveles de menos de US$ 430 por tonelada que había registrado en mayo.
Las cotizaciones para soja este lunes en Uruguay estaban en el eje de US$ 440 a US$ 444 y para 2024 en el entorno de US$ 405.
La soja rebota en junio
En el caso del trigo el mercado sigue firme en Uruguay en US$ 285.
El mercado ha pasado de una lógica bajista en mayo a una estable a firme en junio. Pero los problemas climáticos tienen que ser muy graves para que se genere una suba. El mercado del petróleo sigue muy flojo y este lunes cerró bajó 4% y cerró a US$ 71,7.
MIentras, en Uruguay el mes de junio con pocas lluvias tiene su lado positivo: termina la cosecha de soja y avanza a buen ritmo y en tiempo ideal la siembra de trigo y cebada que para el final de junio estarán muy adelantadas o terminadas. El potencial de rendimiento de cultivos de invierno cerrará la siembra intacto.
