La ganadería atraviesa una silenciosa revolución tecnológica. Puede que le falte mucho camino por recorrer. Pero ha finalizado un semestre de inédito crecimiento ganadero. La faena semestral ha dado un salto de 30% de crecimiento respecto a igual faena de 2020, el mayor crecimiento semestral alguna vez registrado.
La faena de novillos diente de leche crece 75% y la de 2 a 4 dientes lo hace 43%. Por primera vez los de 2 a 4 dientes han pasado a ser la mayoría absoluta de los novillos faenados. A pesar de la que la cuota 481 específica para ganado de corral se achica, la venta de ganado que hace su engorde final a grano sigue creciendo. Asia compra más carne de ganado a corral, incluso engordado durante más de 100 días a grano. Y no solo es China, también se va sumando Japón.
Esa demanda se cubre mayoritariamente con novillos. La faena de vaquillonas en lo que va del año crece 6%, es decir mucho menos que el promedio, la de novillos diente de leche y de dos a cuatro dientes crece en conjunto 50%.
Esto relega la faena de novillos adultos a menos de 25% del total.
Eso construye un crecimiento sostenible de la faena. Se refleja en una muy leve caída del peso de faena, pero que se ve compensada por un mejor rendimiento en peso canal, el que se sostiene durante todo 2021 por encima de los niveles de 2020.
Novillos más jóvenes pero no más chicos. Por ejemplo, en mayo de este año el peso promedio de faena de los novillos fue de 520,4 kilos frente a 522,3 de peso promedio en mayo de 2020. Novillos algo más livianos pero que dieron carcasas más pesadas: 279,7 kilos este año contra 278,9 el año pasado. Es decir novillos dos kilos más livianos en pie dieron carcasas un kilo más pesado. Es decir que el rendimiento este año mejoró de 53,4% a 53,7%. Eso seguramente tiene que ver con una mejora en la alimentación que complementa a la mayor precocidad de la faena de este año. Y eso seguramente tiene que ver con más uso de ración dentro y fuera de los confinamientos.
Más precocidad en los novillos vendidos, más negocios para ganados de corral por fuera de la cuota 481 y a la vez una mejora en la participación de Uruguay en el cupo 481, es decir que aunque el cupo se achica Uruguay mantiene volúmenes de colocación parejos ganando participación en ese mercado.
En el stock al 1 de julio es probable un récord de vacas de cría y es casi una certeza una población récord de novillitos de uno a dos años y vaquillonas de uno a dos años. De modo que el aumento en la faena de vacas es sostenible. De esa forma la faena de vacunos se puede proyectar sobre los 2,35 millones, muy pareja con la actividad de 2018. Si superará a la de ese año será la mayor producción desde 2008 porque además el peso de carcasa ha aumentado respecto a la década pasada, es decir que con faenas similares se genera actualmente más producción de carne. Y a diferencia de los récords de la década pasada, en este año sin afectar la capacidad productiva futura. De hecho es muy probable que la producción de terneros de 2022 crezca respecto a la de 2021, de 2,85 millones de terneros a 2,9 millones. Con clima normal, dado el récord de vacas de cría, la producción debería estabilizarse en tres millones o algo más en lo que queda de esta década. Hay una revolución ganadera en curso, vinculada al libre mercado, que contrasta con lo que sucede en la orilla de enfrente.
Incluso en el consumo de carne, que crece marcadamente este año en Uruguay, vuelve a los niveles pre pandemia.