Este lunes el precio de la soja continuó fortaleciéndose luego de haber aumentado 5,4% la semana pasada. Este lunes subió US$ 7,17 para la posición julio y cerró en US$ 549,32 por tonelada, una suba de 1,3%. El aumento de 2% en el precio del aceite, siguiendo al petróleo, impulsó el valor de la soja que el viernes había tenido un impulso positivo por los informes del USDA que mantuvieron el área cultivada en EEUU y redujeron los stocks para marzo, 13% menos que en marzo de 2022.
A su vez, el clima húmedo en los cultivos del sur de EEUU y las nevadas tardías en Dakota y Minnesota podrían retrasar las siembras en las próximas semanas, lo que da presión alcista en un contexto de intención de siembra por debajo de las expectativas en EEUU.
El precio del maíz se mantuvo estable y cerró a US$ 250 la posición julio en Chicago, con mejores pronósticos de siembra en el Medio Oeste de EEUU (clima más seco) que equilibraron la presión alcista de la suba del petróleo. La estimación al alza de la zafra de maíz de segunda en Brasil resta firmeza a los precios.
La colza también reaccionó al aumento del petróleo y cotizó a US$ 535 en los mercados europeos.
El trigo operó con altibajos durante la jornada y cerró con leves ganancias respecto a las cotizaciones del viernes en Chicago, sobre los US$ 260 para la posición julio, apuntalado por la devaluación del dólar que da mayor competitividad al mercado de EEUU, aunque con incertidumbre respecto a las exportaciones del Mar Negro y la operativa de multinacionales en el mercado ruso. Ver: Gigantes del negocio de granos siguen abandonando Rusia