Más faena, más producción de carne. Menos consumo, menos importación. La oficina del USDA en Beijing revisó a la baja su pronóstico de importaciones de carne vacuna en 2024 a 3,4 millones de toneladas.
Se trata de una caída de 5% frente a un año atrás, explicado por altos stocks que vienen del año anterior y una demanda floja prevista para 2024. Una baja que se da después de registrarse un pico máximo en 10 años, en 2023, señaló en su reporte GAIN Livestock and Products Semi-Annual, publicado este martes.
El enlentecimiento de la economía impactó sobre los precios del ganado y la carne. La demanda de carne vacuna se mantuvo estable en 2023. Un abundante stock y una mayor faena de vacas se tradujo en un exceso de oferta de carne vacuna.
La producción china de carne vacuna llegará a 7,7 millones de toneladas, una recuperación interanual de 2%.
La proyección de la oficina del USDA sobre el consumo de carne vacuna de China en 2024 se mantiene en aproximadamente 11 millones de toneladas. Con perspectivas económicas que siguen siendo estables, los consumidores en toda China y en distintos niveles socioeconómicos se vuelven más conservadores en sus gastos y ahorran más.
¿Dónde estarán las oportunidades?
“Carne vacuna alimentada a pasto, importada a menor precio de Brasil, Uruguay y Argentina puede encontrar más oportunidades”, señaló el reporte. Y los productos bovinos importados de mayor precio enfrentarían mayores desafíos en 2024.
En 2023, el precio medio de importación disminuyó un 25% interanual. China continúa importando canales divididas de regiones productoras de carne vacuna alimentadas a pasto en América del Sur, cuyo costo de producción es más barato que el costo interno.
Los procesadores de carne vacuna en China importan canales divididas y luego las procesan según las normas chinas. En el mercado de carne vacuna de 2024, sensible a los precios, la tendencia a importar carne vacuna alimentada con pasto a precios competitivos aumentará.