La primera parte de la va parición va a ser mejor que la segunda por la influencia climática tras un buen otoño, un invierno relativamente bueno y una primavera “que empezó bien y luego se quedó”, anticipó el veterinario Santiago Bordaberry. «Vamos de más a menos».
Destacó el interés particular por la cría por los valores que han logrado los terneros, «y los que suponemos que van a tener por el incremento del ganado gordo; hay un espacio importante para crecer y expectativa de que los terneros deberían valer bastante más en el otoño y eso empuja a que los productores hagan lo posible para preñar a sus ganados».
Bordaberry apuntó que tras dos meses y medio sin agua en cantidad suficiente “para sacar adelante la segunda mitad del ganado parido” en una amplia región del centro del país, la gravedad es mayor en algunas zonas, con aguadas muy reducidas y estrés térmico, y ya se está pendiente de qué puede pasar con los ganados en invierno. La situación ya se refleja en los ecógrafos, afirmó.
“Hay muchísima gente destetando, que es lo que se puede hacer ahora; con las pasturas como están no se soluciona con una tablilla, hay zonas con una falta de pasto dramático, invertir los 60 a 70 dólares que cuesta hoy un destete precoz, bien lo valen”.
La recomendación para colocar tablilla es “a partir de las lluvias y la baja de temperatura; un estímulo a favor en la amplia zona de campos estivales, donde la respuesta de las vacas puede ser de arriba del 80% para una medida muy económica que puede tener una muy buena respuesta”.
La lluvia no solo hace falta para el pasto, también para que aplaque la tierra para los ojos en el momento del destete precoz porque los problemas en los ojos, la conjuntivitis es junto a las diarreas uno de los problemas más serios en el destete precoz.