Un despeje largo típico de La Niña, con una lluvia que llegaría después de Navidad pero antes del final del año en un escenario que vuelve a ponerse exigente en distintas zonas del país, pero que si cumple el volumen que muestran los mapas volvería a encauzar una transición primavera verano que ha estado caracterizada por despejes prolongados y estresantes seguidos por lluvias que evitan una sequia grave hasta ahora. Por el momento es aventurado creer que La Niña se ha ido.