La información de que, dentro de 30 días, sólo la carne de vacunos machos podrá exportarse a la Unión Europea y al Reino Unido sacudió el IV Foro Ganadero Brasil organizado por la consultora Datagro este martes en San Pablo, informó Maristela Franco en Portal DBO.
La medida se debe al uso de estradiol en la inseminación artificial a tiempo fijo (IATF) y solo será revocada luego de que el país implemente un protocolo para demostrar que las hembras nunca fueron tratadas con el producto
La decisión, comunicada a los frigoríficos a través de la Circular N° 24/2024 del Ministerio de Agricultura y Ganadería (Mapa), provocó una mezcla de sorpresa e indignación entre los productores, porque se basa en un supuesto riesgo de residuos de una hormona en la carne.
La Unión Europea fijó un plazo de 12 meses para que los ganaderos y las industrias brasileñas cumplan con el nuevo requisito, siguiendo el siguiente cronograma: 0-2 meses (adaptación y mejora del sistema); 2-4 meses (acreditación y formación de certificadores); 4-8 meses (ciclo de certificación) y 8-12 meses (formación de lotes de animales elegibles en propiedades certificadas bajo el nuevo protocolo).
Uruguay está sujeto a esta exigencia desde 2021, con suspensiones temporales que se han ido renovando mientras se desarrolla una discusión técnica con la Unión Europea que desde 1996 exige a terceros países exportadores de carne ovina y bovina la prohibición de suministro sales de Estradiol y sus derivados.
Según el profesor Pietro Baruselli, de la Universidad de San Pablo, entrevistado por Portal DBO, la medida no tiene base científica, ya que, durante el proceso las hembras reciben sólo dosis fisiológicas de estradiol.
“En Brasil no utilizamos esta hormona con fines zootécnicos, sólo con fines reproductivos. Aplicamos la cantidad que produciría la vaca si estuviera en celo. Es una dosis muy pequeña, se metaboliza en uno o dos días y no deja residuos”, explicó el especialista.
En un primer momento, la medida recién anunciada no tendrá impacto en las exportaciones a la Unión Europea, porque la participación de vaquillonas en la faena disminuye en la segunda mitad del año, pero la restricción podría suponer un problema para los corrales que tienen contratos firmados con los frigoríficos, principalmente para atender la Cuota Hilton.
El veto a las hembras para exportar a la Unión Europea, según varias fuentes consultadas por DBO durante el evento de Datagro, complica aún más la relación de Brasil con el bloque europeo, que pretende dejar de importar carne vacuna producida en zonas asociadas a la deforestación , una medida que entrará en vigor a partir de 2025.
La percepción en el sector es que ha llegado el momento de que Brasil se imponga, asumiendo nuevas responsabilidades sólo con una remuneración adecuada. Hoy, la UE tiene muy poco peso en las exportaciones brasileñas, lo que permitiría adoptar esta postura.
De Portal DBO