«Tendremos que buscar mercados en el exterior para satisfacer nuestra demanda. Brasil tendrá que centrarse en el mercado asiático, Oriente Medio y China, que es un socio comercial importante», enfatizó Fernando Iglesias, analista de la consultora Safras & Mercado sobre las alternativas disponibles para los frigoríficos brasileños.
Tras el anuncio de la Casa Blanca de la imposición de un arancel de 50% a las exportaciones brasileñas, con algunas excepciones entre las que no se encuentra la carne vacuna, cabe destacar que los productos embarcados hasta el 5 de agosto no estarán sujetos a aranceles adicionales, ni tampoco la carga que llegue a puertos estadounidenses hasta el 10 de agosto.
“Esto ofrece un respiro a la industria frigorífica brasileña, pero sabemos que estas exportaciones están suspendidas”, dijo el consultor.
El escenario se ha vuelto problemático para el mercado de la carne, ya que los estadounidenses han estado comprando grandes volúmenes de carne de Brasil este año.
«Mantenemos nuestra expectativa de un impacto de US$ 1.000 millones. Esperábamos exportar 400.000 toneladas de carne, y no podremos hacerlo con este arancel», afirmó Roberto Perosa, presdiente de la Asociación Brasileña de las Industrias Exportadoras de Carne (Abiec). Son unas 200 mil toneladas.
Perosa admitió que la fecha límite dada por Estados Unidos para el inicio del impuesto —el 6 de agosto— era «satisfactoria» y debería permitir la desaduanización en condiciones prearancelarias de aproximadamente 30.000 toneladas que ya se encontraban en barcos con destino a puertos norteamericanos.
«[El nuevo plazo] es beneficioso; permite que la carne que se encontraba en el mar, ya despachada por la aduana brasileña, llegue a Estados Unidos oportunamente. El plazo es satisfactorio», afirmó. El volumen de carne en ruta hacia Estados Unidos representaba aproximadamente US$ 160 millones.
Perosa mantiene la esperanza de que el trato a la carne pueda modificarse mediante nuevas negociaciones bilaterales, indicó Globo Rural. El sector privado seguirá colaborando con los importadores para intensificar las negociaciones en Estados Unidos, afirmó.
«Tenemos que negociar con EEUU, explicándole que la venta de carne brasileña a EEUU complementa la producción estadounidense», explicó. «EEUU está experimentando el ciclo ganadero de mayor escasez en 80 años. La carne que Brasil vende a EEUU se utiliza para elaborar hamburguesas, que representan la mayor cantidad de carne que se consume allí. Necesitamos explicar esto al pueblo estadounidense, ya que esto tendrá un impacto inflacionario, y debemos asegurarnos de que podamos seguir realizando envíos sin estos aranceles», añadió.
La inviabilidad del mercado norteamericano puede aumentar parcialmente la oferta de carne vacuna en el mercado interno y generar cierta acomodación en los precios, pero esta no es una tendencia sostenible, afirmó Perosa.
«La alternativa es redistribuir esto a nivel mundial, pero no existe un mercado con tantas especificaciones como Estados Unidos ni con la rentabilidad que este ofrece a la carne brasileña. Brasil debería explorar nuevas posibilidades de mercado, como Japón, Corea del Sur, Turquía; “en resumen, otros mercados donde podamos adaptar la carne brasileña «, concluyó.
Acciones con flechas hacia arriba
A pesar del preocupante panorama para las exportaciones de carne de Brasil que serán gravadas con el 76,4% de arancel a partir del 6 de agosto, las acciones de las principales empresas frigoríficas se dispararon tras el anuncio de la Casa Blanca.
Alrededor de las 16:25, las acciones de Minerva subieron 3,2% y las de Marfrig un 3,3% para luego bajar levemente y cerrar con una suba diaria de 2,9%. También subió 2,5% el valor de las acciones de BRF y 2% BRF.
La estadounidense Tyson Foods, por su parte, perdió 1,4% este miércoles en valoración de acciones.