Por Eduardo Blasiina
El panorama del mercado de China es de estancamiento en el consumo y menos exportaciones. El estancamiento económico de China va hasta el 2024 y hoy en reunión de los países Brics el presidente chino se fue antes de lo previsto sin que se sepa porqué.
China tambalea y en esa debilidad arrastra a la baja al precio de la lana, la carne vacuna y ovina, los lácteos y otras materias primas.
En el caso de la carne, una población enfrentada a incertidumbre económica traslada su consumo desde las proteínas más caras a las más accesibles. De la carne vacuna a la porcina o a pollo.
Así las cosas, a la ganadería la protegen dos factores principales. Vienen más lluvias en la primera semana de setiembre y asciende la temperatura, todo para que sea una primavera excepcional en lo forrajero. Y la exportación en pie sigue operativa, tanto para terneros como -según informamos en esta edición- en hembras destinadas a China. Bajar costos, vender lo que se puede a buen precio y lo que no a un precio relativamente normal. Y esperar a que China vuelva a tener los motores encendidos.
Tal vez a mediados de 2024 se pueda esperar una recuperación de China. Antes esperar la primavera y el verano lluviosos que parecen ir confirmándose.