El gobierno de Nueva Zelanda lanzó en mayo su primer plan de reducción de emisiones (ERP).
Este plan delinea el camino que el gobierno neozelandés ha decidido tomar durante los próximos tres años para alcanzar los objetivos de reducción de emisiones del país. Y revela cómo el gobierno planea reducir las emisiones equivalentes de dióxido de carbono en 11,5 millones de toneladas de carbono en los próximos tres años.
La posibilidad de canjear el automóvil tradicional por un vehículo eléctrico o una bicicleta eléctrica, son algunas de las reformas estructurales a las que se apunta.
De acuerdo con el plan, las personas tendrán que viajar un 20% menos en automóvil para 2035 y cambiar al transporte público, andar en bicicleta y caminar, con NZ$ 350 millones de presupuesto específicamente destinados al “cambio de modo”: mover a las personas de alta emisión a baja.
Un reporte GAIN elaborado por la oficina del USDA en Wellington se centró en los capítulos del plan vinculados a la agricultura y forestación.
La agricultura habitualmente se cita como el mayor contribuyente de emisiones de Nueva Zelanda (50%), proyectándose una emisión media anual de 40,8 millones de toneladas de CO2 anuales, que con la puesta en marcha del plan tendría una reducción de 3,68% anual.
Aproximadamente el 94% de las emisiones de óxido nitroso y alrededor del 91% del metano biogénico de las emisiones provienen de la agricultura en Nueva Zelanda. Tres cuartas partes de las emisiones agrícolas son metano biogénico emitido por el ganado, seguido por el óxido nitroso del uso de fertilizantes.
El plan propone cuatro áreas de enfoque con acciones específicas para la agricultura:
- Poner precio de las emisiones agrícolas para 2025.
- Acelerar la mitigación.
- Dar respaldo a los productores para implementar cambios.
- Transición a sistemas y usos de la tierra de bajas emisiones.
Para la forestación también propone cuatro áreas de enfoque:
- Apoyar el correcto mix, nivel y localización de la forestación
- Fomentar los bosques nativos como sumideros de carbono a largo plazo
- Mantener la forestación existente
- Estimular a la industria forestal y de procesamiento de madera para ofrecer más valor a partir de productos de bajas emisiones de carbono.
Vea el reporte del USDA aquí