El mercado sigue con ajuste, con una industria inapetente, sin tracción y con entradas largas, dijo Joaquín Abelenda, director de de Walter Hugo Abelenda Negocios Rurales. Las operaciones por ganado gordo no están ágiles, lejos de las necesidades de los productores de vender y cargar rápido, dijo a Ganadería.uy.
Como valores de referencia manejó US$ 3,35 por novillo –con dificultad en la concreción de negocios- y US$ 3,10 la vaca, aunque “al productor no le tienta esperar 15 o 20 días para cargar”.
Esta semana hay más industrias dispuestas a pasar valores por ganados gordos que en las semanas anteriores, dijo Alejandro Berrutti, director de Berrutti Negocios Rurales.
Los precios que la industria pasaba este miércoles por novillo –cambian día a día, aclaró- están entre US$ 3,20 y US$ 3,40 kilo carcasa por los animales mejor terminados, afirmó en Tiempo de Cambio de radio Rural. Para las vacas los valores de referencia están varios escalones más abajo, entre US$ 2,80 y US$ 3.
La semana pasada los promedios para los negocios de novillo fueron de US$ 3,36 y US$ 3,42 los especiales de exportación, y las vacas entre US$ 3,09 y US$ 3,16 las gordas especiales.
Los plazos de entrada para el ganado son marcados con fecha de 15 días como máximo.
En materia de oferta distintos operadores coinciden en que no será abundante y que noviembre dependerá del clima.
Abelenda considera que entre la oferta de hacienda hay situaciones dispares y que varían según las zonas del país, desde “ganados gordos buenos bien completos que la gente viene aguantando, clientes con vacas de 540 kilos que no las largan y otros con vacas de 430 kilos que las tienen que vender porque no tienen comidas”.
En el panorama para la oferta con necesidad de vender Berrutti anticipa presiones adicionales en noviembre.
En un mercado ya complicado para la concreción de operaciones “en noviembre es tradicional que los corrales asociados a la industria o con negocios prepactados vuelquen ganados para cuota en las primeras dos tres semanas”, anticipó. En los últimos años hubo demanda menor de ganados de campo por lo que no advierte que una presión vendedora mayor se capitalice por la industria.
Las lluvias tal vez el único efecto significativo que tengan es que se genere un rebrote de los campos y mayor posibilidad de retención “y no una desesperación por la venta, que eso se capitaliza por parte de los compradores”.
Los valores de reposición siguen ajustando y están debajo de los del año pasado pero “los números no están dando para encerrar, por más que se traslada los valores a la reposición en función a valor de venta, porque no hay valor de venta para adelante; es jugar a ciegas y los costos de los insumos no aflojan, la comida, el maíz que es un componente fundamental, eso no permite hacer el ajuste en la reposición.”