En marzo se identificó una mejora en los niveles de disponibilidad de pasto según la encuesta mensual de la Red de Información Nacional Ganadera (RING) del Instituto Plan Agropecuario, una mejora que se mantuvo en el mes de abril. Pero “lamentablemente otra vez la escasez de precipitaciones impide la consolidación de una mejoría imprescindible en los niveles de disponibilidad de forraje en el último mes en que se podía dar previamente al invierno” establece el informe de mayo.
El año 2023 es claramente el peor de los últimos tres en cuanto a disponibilidad forrajera en campo natural. Casi las tres cuartas partes de los 382 productores encuestados (73%) afirmó tener pasto de menos de 5 centímetros en sus campos. El año pasado en esta época “más del 50% de los productores reportaban disponibilidades por encima de los 5 cm. y cierta capacidad de gestión del forraje disponible que hoy no vemos”.
Respecto al estado de los verdeos, el 32% reporta que están en buen estado, mientras que el 36% reporta que están en estado medio y el 32% reporta pobre estado.
Por otra parte, la condición corporal del ganado de cría que se deterioró ininterrumpidamente desde la primavera, detuvo su deterioro en marzo y comenzó a recuperar estado en abril.
“Sin duda la mejora en la oferta de pasto, y las decisiones de los productores (destetes, ventas tempranas, etc.), comienzan a visualizarse a través del estado corporal de las vacas. Es una mejora aún limitada, menor a lo esperable en un año normal y seguramente algo tardía”.
Si bien mejoró la disponibilidad de agua respecto a los meses más críticos de sequía y el verano, aún el 38% de los productores reporta tener potreros sin agua; aguadas naturales y tajamares no han tenido la recuperación necesaria.
