La Comisión Europea estimó una caída de 3,5% en el consumo per cápita de carne vacuna para el cierre de 2023, a algo menos de 10 kilos, de la mano de alta inflación y baja oferta en el mercado. En 2024, se espera una caída menor, del -1%.
Las importaciones han bajado este año. Las compras externas de carne vacuna de la UE mostraron una caída del 2,5% entre enero y junio. No se ha incrementado la demanda de países como Brasil, Argentina o Uruguay. Para 2024 se proyecta una suba interanual de 5%.
La producción de carne vacuna de la UE cayó -4,5% en el primer semestre de este año asociado principalmente a una importante disminución de la faena. Con condiciones forrajeras desfavorables en algunas partes de la UE debido al clima seco sumado a precios de las raciones que se mantenían relativamente altos, aunque en una senda descendente. La Comisión Europea proyecta que para finales de año la producción de carne de vacuno se recupere ligeramente gracias a los menores precios del alimento para el ganado y un mayor peso de las canales.
Para el ovino, las previsiones de la Comisión apuntan a que bajará la producción un 1,8% en este año 2023 y la bajada en 2024 será algo menor. El consumo de carne de ovino en la UE probablemente sufra presiones inflacionarias al igual que otros tipos de carne roja.