La faena comenzó el año con mayor ritmo que el año pasado y en lo que va de enero es un 42% superior a la del mismo período de 2020. La faena semanal se mantuvo estable respecto a la semana anterior, cercana a las 46.000 reses, y de mantenerse este ritmo de faena en enero se alcanzarían las 180.000 cabezas.
En la semana cerrada el 23 de diciembre se procesaron 45.958 vacunos, apenas 20 animales más que los registrado en la semana previa pero un 28% más que las 35.806 reses industrializadas un año atrás según los datos del Instituto Nacional de Carnes.
Los novillos fueron los que sostuvieron la actividad. Se faenaron 21.246 animales, un 3% más que los 20.684 de la semana anterior pero un 30% más que los 16.386 de un año atrás.
La faena de vacas ajustó levemente a la baja (-1%), pasando de 18.599 a 18.366 animales, pero se ubicó un 26% por encima que las 14.548 faenadas en igual semana del año pasado.
La faena de vaquillonas fue la que más bajó. Mostró una caída semanal de 9% pasando de 5.925 a 5.402 cabezas. En la comparación interanual la faena de vaquillonas quedó 32% por encima de 2019.
Faena de ovinos se duplica respecto a un año atrás
El 2021 mantiene la tendencia del año pasado en lo que respecta a la industrialización de lanares. En las primeras tres semanas del año la faena superó las 30.000 reses y más que duplicó a la de un año atrás.
En la semana cerrada el 23 de diciembre se faenaron 33.949 lanares, mil menos que la semana anterior, pero el doble que un año atrás. Del total, el 52% fueron corderos y un 30% ovejas.
En las primeras tres semanas de enero se llevan faenados 101.333 lanares, más del doble o un 129% más que los 44.264 industrializados un año atrás.
Este aumento está dado principalmente por una mayor faena de corderos (161%). Seguido por un incremento en la faena de ovejas –la máquina de producir de la majada- de 138%.