La semana pasada el efecto lluvia sobre la oferta fue inmediato. El mercado ya venía firme. Con el agua se entonan los valores y mejora la posición de los productores.
La disparidad de precios y en las cargas entre industrias se mantiene. Los novillos especiales de buena terminación ganaron algún centavo en los últimos días, con negocios entre US$ 4,45 y US$ 4,50 por kilo. Son los más pedidos y los que menos hay.
Se amplía la brecha con el ganado gordo de campo, que va entre US$ 4,30 y US$ 4,40, con oferta moderada. La vaca se comercializa entre US$ 4 y 4,10, con la de mejor terminación unos centavos arriba. La vaquillona entre US$ 4,10 y US$ 4,20.
Si la industria mantiene un alto nivel de actividad “el ganado que hoy hay disponible no va a dar”, dijo Santiago Sánchez de Victorica y Asociados, más allá de que ya se arrancó con alguna faena de corral para la ventana de cuota de febrero.
La industria “se armó” antes para esta ventana en particular, contó Sánchez en Tiempo de Cambio de radio Rural, anticipando una oferta escasa, con el factor climático jugando su partido.
Para el operador, si bien se espera un repliegue de la oferta para seguir metiendo kilos a los ganados, hay que ver cómo evoluciona ante un posible empuje de precios. “La firmeza llegó para quedarse”. La demanda exterior está y se refleja en el interés de compra industrial.
La reposición es la que tiene más para crecer, consideró, con precios del gordo con flecha hacia arriba y con un empuje climático que ya comenzó a generar movimientos en los pedidos. Esta semana comienzan los remates por pantalla del 2022 y se verá la tónica en el arranque del año. “Se va a comercializar mucho”, estimó Sánchez.
En ovinos, después del tapón estacional de fin de año, el año empieza con una oferta que ha aflojado, con buena demanda, pero menor presión de compra desde el exterior, de China y Brasil. “Las perspectivas son buenas”, dijo a ese mismo programa Juan Martín Barera, de Bamidal.