La Comisión de Promoción y Defensa de la Competencia (CPDC), del Ministerio de Economía y Finanzas ratificó la negativa al negocio de venta de plantas de Marfrig a Minerva en Uruguay y fundamentó su rechazo a los argumentos expuestos por ambas compañías en la apelación a su decisión original.
Ahora el Poder Ejecutivo tiene plazo hasta mediados de diciembre para confirmar o no esta resolución, considerando el plazo de 200 días luego de la resolución inicial del 21 de mayo. Minerva y Marfrig podrían recurrir la decisión del gobierno ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo (TCA).
Tras el proceso de apelación iniciado por las dos firmas ante la negativa de mayo pasado, la Comisión estableció que «las eficiencias planteadas por las partes no logran compensar los riesgos asociados a la reducción de la competencia en el mercado de compraventa de ganado bovino, fruto de la concentración».
La «distorsión de mercado» puede tener «consecuencias negativas para los productores de ganado en términos de precios y para los consumidores en términos de acceso de los productos a los mercados, suministros y calidad», establece la Comisión.
Descarta expresamente que la concentración entre Minerva y Marfrig «pueda generar necesariamente un beneficio para los consumidores y mejoras en la competencia en los mercados de productos».
En este proceso Minerva defendió que la compra de frigoríficos «no disminuye significativamente la competencia y en cambio, genera ganancias de eficiencias relevantes».
La compañía apuntó, además, que el mercado de hacienda definido por la Comisión protegía «a ciertos actores de la industria, los productores, cuando esa no es la finalidad de la legislación de defensa de la competencia».
La CPDC reafirma que «de aprobarse la solicitud Minerva alcanzaría una posición dominante en el mercado a la cual se llegaría con un porcentaje de participación de 43,5% con el poder de compra consecuente».
La Comisión resolvió “confirmar la Resolución N° 66/024 y en todos sus términos y elevar a consideración del jerárquico los recursos subsidiariamente interpuestos”.
Entre otros argumentos, la resolución fechada este 25 de octubre establece que «un nuevo escenario de mercado altamente concentrado y con posición dominante de una empresa, especialmente en función de la capacidad que adquiere Minerva de presionar a la baja los precios pagados al productor, puede modificar la tendencia al ajuste de los precios en el largo plazo (en el mercado de hacienda para faena), y la velocidad y los plazos de los ajustes en el corto plazo, preocupación que fuera reiterada por la Comisión, sin que Minerva, en sus sucesivas comparecencias y evacuaciones de vista, haya logrado controvertir efectivamente».
La Comisión se apoya en argumentos de los representantes de Minerva en la adquisición anterior del frigorífico BPU, que expusieron que Marfrig era su principal competidor por su tamaño comparable y pertenencia a grupos internacionales e integrados a nivel regional.
De concretarse la operación propuesta «se reduciría la capacidad competitiva de Marfrig, la que «no es compensada de ninguna forma», quedando el resto de los agentes con participaciones de mercado significativamente por debajo del grupo Minerva.
Transacción completada en Brasil
Al mismo tiempo que la Comisión rechazaba la apelación al negocio en Uruguay, tanto Marfrig como Minerva comunicaban este lunes en Brasil que se completó la transacción económica de la Operación América del Sur por un total de US$ 1.260 millones.
En el caso de la Operación Uruguay «todavía se aguarda la aprobación de las autoridades locales» expresó Minerva en un comunicado fechado el lunes 28, horas antes de conocerse la resolución respecto a la apelación.
Minerva anunció que ya asumió la operación de las plantas adquiridas en Brasil, Argentina y Chile y que las faenas bajo su gestión se iniciarán el lunes 4 de noviembre. La capacidad de faena de Minerva con las nuevas instalaciones es de 41.789 vacunos por día y 25.716 ovinos.