Nuevas habilitaciones para abastecer al mercado chino de carne vacuna marcan un escenario de oferta muy superior a la demanda, que se traduce en valores deprimidos. “Nuestra realidad está muy lejos de la que tiene, por ejemplo, Brasil, que es el mayor productor de carne”, dijo el director de frigorífico Copayan, Fernando González.
Hay una dificultad creciente ante un Brasil más competitivo en precio y más competitivo en volumen, con una calidad que coincide con los intereses de China. Eso “está dificultando mucho la operativa para nosotros”, agregó González entrevistado en Tiempo de Cambio de radio Rural.
Un producto muy demandando por China, como garrón, que estaba arriba de US$ 7.000 por tonelada un año atrás, hoy se coloca por debajo de US$ 5.000, comentó el industrial. Los cortes delanteros han bajado significativamente. “Hay que barajar y dar de nuevo”, sostuvo. “Está muy difícil para encontrar un nicho que pueda absorber la producción de Uruguay con un diferencial de valor, sobre todo si miramos los valores de la hacienda en la región”, apuntó, a lo que se suma la flojedad del dólar.
Copayan está desde hace un mes habilitado para exportar mondongo y librillo a ese destino y ésta semana se sumaron nuevas plantas locales autorizadas para exportar el producto.
Si se observa el abanico de principales mercados de la carne vacuna uruguaya, si bien EEUU ha aumentado sus compras en lo que va del año, la mayor parte de lo que envía Uruguay es para industrializar. Y no compensa los grandes volúmenes que iban hacia China para consumo, comentó.
Copayan ya ha hecho varios embarques de carne con hueso a Israel, desde que quedó habilitado ese mercado a comienzos de este año. “Es un grano más de arena que va ayudando en la diversificación de mercados”, en la “búsqueda del nuevo equilibrio que necesitamos”, dijo.
En la medida que el clima acompañe, “a nivel de la industria el mejor escenario que tenemos para trasladar mayores valores es tener volumen”, apuntó el industrial.