Exportaciones de lana en el primer semestre. Gráfico: SUL
Cada ovino genera en promedio U$S 42 de exportaciones, indicó el MGAP en el lanzamiento de la Zafra Ovina 2025/26 el viernes en la Sociedad Agropecuaria de Cerro Largo. El 60% corresponde a lana y el 38% a carne. El rubro genera exportaciones anuales por 70% de su valor en stock.
Uno de los puntos destacados por las autoridades del MGAP fue la caída de 22,5% en la esquila bajo el protocolo grifa verde en 2024 respecto al año anterior: unos 11 millones de kilos frente a 14 millones de kilos en 2023. Más de 6 millones de kilos correspondieron a lanas finas de la raza Merino Australiano (56%) seguida por lotes Corriedale (14%) e Ideal (11%).
La lana acondicionada con grifa verde obtiene un diferencial de valor en el mercado, pero en los últimos dos o tres años –incluyendo el primer semestre de 2025- los costos del proceso de acondicionamiento no se justificaban para lanas de 28 micras que se negociaban por debajo de US$ 1 por kilo y hasta el rango de US$ 0,50 a US$ 0,60.
Desde 2023 los operadores del sector, consignatarios y exportadores, coincidían en insistir en la importancia de persistir en el esfuerzo de acondicionar las lanas para agilizar la colocación y obtener menores valores.
3 mil empleos en zafra de esquila
Existen 121 empresas de esquila acreditadas con grifa verde en 2025. Según el Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL) unas 3 mil personas trabajan en la zafra de esquila que está comenzando, otras 6 mil en empleos vinculados a la producción y otras 4 mil en la fase industrial asociada al ovino.
El escenario de mercado, con una valorización que va de la mano del afinamiento, fue destacado en las últimas semanas por el Consorcio CRILU que se especializa en esta área, y que evalúa que “la capacidad de producción y comercialización de lanas superfinas y ultrafinas representa una oportunidad estratégica para mejorar la competitividad de los productores orientados a la producción ovina”.
Con dos décadas de trabajo genético y de manejo para el afinamiento de majadas de 21 a 15 y de 19 a 15 micras, los técnicos de CRILU consideran que en Uruguay va ganando lugar un cambio de la estrategia productiva y comercial, dejando de producir un “commodity” y pasando a producir un “specialty”, saliendo del mundo de las lanas de 20 micras y posicionándose en el mundo que está por debajo de las 17 micras.
Precio de la lana parece despertar
Exceptuando las lanas finas y muy finas, en muchos sistemas la lana ha pasado de ser un ingreso a ser un costo. Pero el mercado internacional ha dado alguna señal positiva.
A fuerza de una oferta en declive, y que en la próxima zafra volverá a caer por una reducción de 9% en la majada, el precio de la lana en Australia se está recuperando este año respecto a 2023 y 2024.
Los buenos números que está mostrando la carne ovina no son suficientes para mantener la robustez de un sector gravemente afectado por la fuerte caída de precios de la lana, incluso en Australia.
IME: el más alto en 18 meses
El Indicador de Mercados del Este (IME) se fue al receso de invierno luego de cuatro semanas de remates de la temporada 2025/26 con una referencia de US$ 8,14 por kilo base limpia, la más alta en 18 meses y superior a los últimos dos años en estas fechas.
En 2024 el complejo ovino exportó US$ 225 millones, con la lana respondiendo por el 70%. Los ingresos se redujeron en US$ 100 millones en 10 años.
En el primer semestre de 2025 la relación se inclina algo más a la lana, 72% frente a la carne ovina. Si bien el negocio frigorífico sostiene al rubro y puede defenderlo en momentos de crisis, la debilidad crónica del precio de la lana presiona a la producción.
Uruguay ha invertido en afinar las lanas para adecuarse a las tendencias del mercado textil y está inclinando su paleta de diámetros cada vez más hacia las lanas finas, súperfinas y ultrafinas que generan el doble o el triple de ingresos por hectárea que las lanas medias y gruesas que han quedado relegadas en la demanda.
Más lana sucia, menos tops
Pero por otro lado la composición de las exportaciones ha cambiado hacia las de menor valor: más lana sucia, menos tops.
Durante 2015 Uruguay exportó 48,9 millones de kilos de lana: el 55% se exportó peinada, el 24% sucia y el 21% restante lavada.
En 2024, luego de cinco años embarcando volúmenes de entre 30 y 35 millones de kilos, se volvió a crecer a 46 millones de kilos, aunque el 45% fue exportada sucia, 35% peinada y 23% lavada.
Dentro de ese espectro, las lanas finas mantienen vigencia. Está todavía muy lejos de la referencia de US$ 10 hacia arriba que era común hasta 2022. Pero para la zona de Basalto y probablemente otras del país, la lana de muy alta calidad es un camino que sigue abierto y que articula con el perfil reputacional de Uruguay.