Con una oferta que aumenta gradualmente y se vio reflejada en una mayor faena, la industria propone un ajuste a la baja en los valores por la hacienda gorda. Las lluvias del fin de semana y las pronosticadas para el que viene podrían ayudar a la terminación de los ganados y tonificar el mercado.
Por novillos gordos los negocios se concretan en el eje de los US$ 3,30 por kilo en cuarta balanza y los US$ 3,40 son cada vez más difícil de conseguir. Hay plantas que ofrecen US$ 3,20 pero no son convalidados por los productores mientras otras están sin pasar precio. Las entradas a planta también son dispares, entre una y tres semanas.
Se mantiene una preferencia industrial por la vaca gorda, con mayor colocación en el mercado chino. Los frigoríficos proponen desde US$ 3,05 hasta US$ 3,15 por kilo en lotes excepcionales. La vaquillona se comercializa en el eje de los US$ 3,30 y en lotes puntuales especiales alcanzan los US$ 3,35, con una demanda que es sostenida -muy similar al novillo-.
En lanares, la oferta es moderada, la industria absorbe todo lo que aparece, con un mercado fluido, dinámico y precios firmes, con China como principal comprador para la carne ovina mientras Brasil sigue retraído. El cordero liviano subió un centavo a US$ 3,42, el cordero pesado se mantuvo en US$ 3,47, los borregos se mantuvieron en US$ 3,47, los capones subieron dos centavos a US$ 3,08 y las ovejas a US$ 3,03.