Argentina: combustible en un año ganadero incendiario

Desde hace tiempo en algunos círculos más íntimos venimos comentando nuestra impresión en cuanto a que la poszafra puede tener un novillo de US$ 4,10 como una referencia que apunta a marcar lo potente del mercado en esta época de reapertura de la economía mundial. El precio de exportación de la semana pasada fue el segundo más alto de la historia, solo superado por un dato de mayo de 2011. Sin que participe carne de la cuota 481. El precio de exportación de la carne ovina también fue muy alto, US$ 5.230 el más alto desde enero.

Cada vez más este año se va pareciendo a lo que podría llamarse volver a 2019. Pero aún así, nunca en 2019 hubo un precio de exportación como el de la semana pasada.

La salida de Argentina, aunque sea por un mes, pone combustible a un año incendiario en los precios del ganado, que va sumando 20% de suba en lo que va del año. En un momento en el que llegan las primeras heladas y la oferta de ganado de campo y corrales amortigua al mercado.

Poszafra con precio de carcasa arriba de 4 dólares por kilo es a esta altura casi un hecho, por ahora incluso el precio está persistentemente por encima de los de 2019.

El hueco que deja Argentina se suma a otros factores que parecen garantizar la firmeza por lo que queda de este año: Australia, el gran competidor en China por distancia y volumen de oferta, sin ganado tras la sequía y peleado políticamente con su cliente. Los europeos esperando el verano post pandemia. Y en Uruguay una faena tan alta en lo que va del año que muestra que el productor ha sido vendedor y que limita la oferta por el resto del año. Es difícil suponer que aparezca un volumen de oferta capaz de frenar los precios, al menos hasta noviembre.

Los productores eligen cuando vender. A partir de las lluvias del próximo fin de semana seguirán con un buen panorama forrajero, una oferta muy regulada por buen desarrollo de pasturas y verdeos

relación de reposición muy favorable al invernador. Quien apostó a pasturas ganó.

La salida de Argentina es un hecho penoso porque nunca puede festejarse la incertidumbre de un productor motivada por malas decisiones políticas. Pero nos guste o no nos guste,  sigue consolidando a Uruguay como el proveedor más serio del continente, que no tala selvas, no incurre en ninguna práctica cuestionable por los consumidores y que cuando vende es negocio cerrado que no depende de que un gobernante ponga un freno antojadizo.

Y por otra parte cabe recordar que los altos precios de 2019 fueron una historia que no terminó bien Nunca sabemos si por una pandemia que los compradores sabían que venía o porque decidieron negociar tajantemente e interrumpir a su antojo  los negocios ya pactados. El valor de la estabilidad también cuenta antes subas excesivas.

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