Luego de un otoño muy llovedor, la lógica ha cambiado. La salida de El Niño coincide con un descenso en las precipitaciones que en el oeste ya se da desde junio y que se prolongará hasta agosto. Por eso las escasas lluvias de este fin de semana son tan importantes.
Entre 10 y 20 mm al sur del río Negro que permiten ganar tiempo para esperar las importantes lluvias de agosto que permitan el rebrote temprano de las pasturas en setiembre.
Después de las de este fin de semana no se ven otras lluvias hasta el 3 de agosto. Tampoco se ve un regreso de fríos intensos para los próximos 10 días.