Los productores ganaderos en Brasil tienen cada vez menos espalda para contener la presión bajista sobre el precio del gordo que ejerce la industria, que viene reduciendo los valores que propone pese a la tracción internacional y las perspectivas de que febrero cierre con un récord de exportaciones para el mes.
Este miércoles el novillo de exportación cotizaba a US$ 3,20 y US$ 3,15 el novillo para consumo doméstico en San Pablo. Si bien el negocio ha mantenido los precios estables en la mayoría de los mercados brasileños, las ofertas de los frigoríficos son cada vez menores, afirmó la consultora Agrifatto.
Vacas y vaquillonas corrigieron a la baja esta semana y este miércoles se negociaban a US$ 2,75 y U$S 2,95 por kilo en cuarta balanza, respectivamente, de acuerdo a datos de la consultora Scot.
También operaron a la baja los precios futuros, que colocan al novillo a fines de marzo en US$ 3,10 y a fines de mayo en US$ 3,05.