La disponibilidad de moscas estériles para que Uruguay comience con la dispersión en el primer trimestre de 2024 podría definirse este lunes 30 de octubre en una reunión de la Comisión Panamá Estados Unidos para la Erradicación y Prevención del Gusano Barrenador del Ganado (Copeg).
El escenario en Centroamérica es complejo porque hoy la región está requiriendo más recursos para mantener la barrera de control en la zona de Darién, frontera entre Colombia y Panamá, y el estatus de libre de bichera para los países desde Panamá al norte.
“Tuvimos muy mala suerte, desde 2006 Panamá estaba libre de mosca de la bichera, controlado por la barrera”, Romeo Volonté, gerente general del Programa para erradicación de la bichera.
En julio se detectaron casos de infestación por gusano barrenador en la frontera entre Panamá y Costa Rica, fuera de la zona de control permanente.
La planta industrial de Copeg en Panamá produce hasta 80 millones de moscas estériles por semana. Uruguay requerirá 20 millones de moscas semanales. Serán dispersadas desde aviones en vuelo que tendrían base en Santa Bernardina (Durazno) en caso de concretarse la participación de la Fuerza Aérea en el programa, la alternativa más ventajosa desde el punto de vista logístico y económico, señaló Volonté en Tiempo de Cambio de Radio Rural.
El programa tiene previsto ejecutor un fideicomiso de US$ 77 millones en 10 años para atacar un problema sanitario que le cuesta a los productores unos US$ 40 millones por año.
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