Por Eduardo Blasina
Al 2033, es decir dentro de diez años, la temperatura del planeta será mayor a la actual y es casi seguro se habrá cruzado el limite de 1,5º C respecto a los niveles previos a a la era industrial, la referencia que los acuerdos de París intentaban preservar.
En el año 2033 habrá menos selvas que en el presente, aunque es posible que la superficie se haya estabilizado.
Uruguay estará certificado como cero deforestación y esa será una de sus ventajas competitivas.
Uruguay debe tomar estas variables en cuenta y considerar que, nos guste o no, un vacuno es un vehículo de cuatro patas que por sus “caños de escape” emite metano, y no proclamar que “la vaca no tiene nada que ver” porque el stock es estable y las emisiones son estables.
Parte de esa agenda será para adaptarse los efectos de un planeta más caliente. Más sombra en los potreros, más reservas para enfrentar el verano, más forrajeras nativas de verano como las distintas especies de Paspalum,
Otros aspectos tienen que ver con la mitigación, reducir las emisiones a través de genética, de uso de raciones especiales, de algas en las raciones o de pasturas con taninos, entre otros.
En estos años seguramente seguirán ganando adeptos los sistemas de pastoreo controlado, los sistemas de agua en la parcela, probablemente crecerá el rewilding, el regreso a sistemas de producción que cobren por carbono capturado o servicios ecosistémicos, desde la protección de las aves al de palmares o bañados.
No se puede probablemente asegurar que se llevarán a cero las emisiones de la ganadería. Pero sí que se conseguirá una baja en las emisiones por kg de alimento ingerido o por kg de peso corporal ganado y tal vez si incluso por cabeza o por hectárea.
¿Será el silvopastoreo el nuevo sistema predominante? ¿O será el pastoreo rotativo o racional? ¿Como articularán con los sistemas agrícola ganaderos? ¿Lograremos medir capturas de carbono en pastizales en distintos manejos de pastoreos? ¿Quién pagará por esas capturas?
Tal vez haya ya un mercado de carbono generalizado que premie a pastizales ya sea por carbono capturado o por servicios ecosistémicos proporcionados.
Por supuesto que la agenda será mucho más amplia, pero todo lo que sea adaptarse al cambio climático y ayudar a mitigarlo, frenarlo, será central.