La reacción inmediata de China al freno de las exportaciones de Brasil fue aflojar las compras. Hubo un parate en el mercado a la espera de qué va a pasar con esto, dijo el trader Daniel Castiglioni, que opera en ese mercado desde hace varios años.
Las propuestas de valores más altos por ahora no han tenido demasiada recepción. La disponibilidad de stocks juega su partido.
Para Castiglioni, no parece viable que Brasil esté por mucho tiempo fuera del mercado dada su alta participación como proveedor de carne vacuna.
Este miércoles, José Augusto de Castro, presidente de la Asociación de Comercio Exterior de Brasil dijo a Bloomberg en línea que las ventas para el exterior deberían normalizarse en abril y que la auto suspensión de Brasil para exportar carne vacuna a China no debería generar pérdidas significativas para los exportadores brasileños.
En 2021 la suspensión por un caso similar (con demoras en las notificaciones correspondientes) demoró 3 meses; en 2019 dos semanas.
Además de la mesura de los compradores, también hay prudencia por parte de los exportadores, que no ofrecen grandes volúmenes. “Esta incertidumbre ha hecho como un congelamiento”, comentó.
“Con todo esto Uruguay y Argentina deberían exportar más volumen”, consideró el director de Castitrading.
La carne de vacuno es la que tiene mayor posibilidad de dispararse, consideró. “Parecería que no va a haber mucha oferta de hacienda en la segunda parte del año (…) China necesita reactivar la economía, debería mover su economía y atrás de esto la importación de alimento”, dijo.
En carne ovina, sostuvo, la demanda está pero todavía hay una diferencia de precio de uno US$ 400 US$ 500 por toneladas para que se mueva el negocio.