La demanda genuina por lana comienza a recuperarse, pero los factores logísticos siguen conspirando contra una reactivación más dinámica del negocio, tanto en volúmenes como en precios.
“Aunque la demanda sigue siendo razonablemente buena y más consistente, los precios de la lana estuvieron bajo presión esta semana debido a factores logísticos”, señaló Australian Wool Innovation Limited (AWI) en su análisis de la semana pasada.
Aunque el Indicador de Mercados del Este (IME) perdió 13 centavos de dólar respecto a la semana anterior –que fue récord de precio para la zafra 2021/2022- la referencia se mantuvo por encima de los 10 dólares el kilo base limpia, y arriba de los precios de hace un año. Cerró a US$ 10,19
La congestión portuaria y los problemas de transporte están provocando retrasos de hasta un mes en los envíos. Esto representa una desventaja financiera para el comprador “ya que la mayoría de los pagos desde el extranjero se realizan mediante una carta de crédito irrevocable, hasta el conocimiento de la fecha de embarque”.
La oferta prevista para los remates de esta semana es de 55.802 fardos con tres días de ventas: martes a jueves.
Excepto las categorías de menor micronaje –18 micras o menos- todas las lanas sufrieron pérdidas de valor la semana pasada. Aunque operadores locales señalan que en el mundo hay poca lana, lo cierto es que la abundancia de oferta no permitió que se mantuvieran los valores, y este desencuentro entre los valores ofrecidos y los aceptables hizo que más de 20% de los fardos no fueran vendidos.