En el remate de Plaza Rural la semana pasada la reposición confirmó que entra en terreno de récords con 100% de ventas y techos históricos en varias categorías. Subió el máximo para los terneros a US$ 3,27 tras el pico de US$ 3,26 que había marcado Pantalla Uruguay la semana anterior, con un salto de 7% respecto al remate anterior y 28% en 12 meses.
Los novillos de 1 a 2 y de 2 a 3 años establecieron nuevos máximos en US$ 3 por kilo y más de 40% por encima de un año atrás, vacas de invernada a US$ 2,39 –también récord- y suba de 46%.
Las categorías cercanas al gordo se potencian por la firmeza del mercado de hacienda a faena ,y la excelente relación de conversión de grano a carne coloca a los corrales de engorde en posición compradora. El nivel de valores de los terneros deja afuera a los exportadores en pie que hacen negocios particulares en algunos casos con pagos contado que mejoran las cotizaciones que obtienen.
El índice flaco-gordo se mantiene en niveles bajos para los últimos años, sobre 1,13 cuando la referencia histórica está cerca de 1,20, con precios que son favorables a la invernada en la relación con el gordo y aún así muy rentables para los criadores con valores al bulto de US$ 667 para los terneros y US$ 599 las terneras.
Varios récords de precios fueron pulverizados en remate de Pantalla Uruguay
También los lotes mixtos de terneros y terneras en Plaza Rural superaron el récord de 2022 con un promedio de US$ 3,19 y una suba semanal de 6,3%.
Las terneras en US$ 3,07 se acercaron al récord de US$ 3,20 de abril de 2022.
La demanda por vientres ha acortado la brecha de precios entre machos y hembras y es una señal de la fortaleza de la cría.
Hoy las terneras valen solo 10% menos que los terneros machos. Es la menor diferencia en dos años y medio, sostenida por la demanda de invernadores, recriadores y también de la exportación en pie que este año está embarcando muchos más vientres que en 2023 y 2024.
“Todo el mundo quiere entrar a la cría»
El presidente de la Sociedad de Criadores de Brangus, Nicolás Correa Bove, entiende que se ha consolidado “un combo muy interesante para toda la oferta genética” con una tendencia de firmeza a mediano plazo que consagra a la cría, sumergida por muchos años, como vedette del mercado ganadero.
“Cuando tradicionalmente la hembra era el último orejón del tarro, hoy todo vale -vaquillona, ternera, vaca preñada- y la brecha corta entre macho y hembra es algo significativo”, afirma.
“Todo el mundo quiere entrar a la cría, el que la tiene la quiere agrandar, hacerse vientres para armar la escalera y atrás venimos con los toros; promueve que sea un año de mucho entore, inseminación, demanda de genética”, sostiene el titular de Brangus, el “tercer grande” entre las razas vacunas de carne.