En las últimas semanas hubo una mejora de aproximadamente 7% en los precios de la carne en China de la mano de mayores controles en los puertos, la suspensión de plantas por reportes de coronavirus y disrupciones logísticas en China generados por inundaciones.
Según el trader director de Agromeals, Juan Lema, la mejora en los precios aún dista de los alcanzados en abril que fueron los mejores del año y se debe –además del aumento en el precio de la carne de cerdo- al cambio de aranceles en Australia, que pasó de 4,8% a 12% (el que paga el resto de los orígenes).
Brasil es la gran competencia para Uruguay, con una demanda interna débil, la moneda depreciada y un novillo más barato. Pero la sanción de algunas plantas por parte de China en el país vecino también beneficiará las ventas de Uruguay afectando la oferta de los países de la región. “Hay plantas tanto en Brasil como en Argentina que no quieren exportar a China por temor a las sanciones y a tener algún inconveniente con la mercadería en destino”, explicó Lema.
En julio el Índice de Precio del Consumidor en China subió 2,5% frente a igual mes del año pasado luego de un incremento marginal de 0,1% en mayo. El repunte se debió casi exclusivamente al incremento en los precios de carne de cerdo y de vegetales.
De acuerdo a los datos del Consejo Nacional de Estadísticas, los precios de la carne de cerdo aumentaron 3,6% en junio luego de caer 8,1% en mayo. El movimiento fue impulsado por una menor faena de cerdos y requerimientos más estrictos para prevenir la presencia de coronavirus junto a un recorte en las importaciones.
Los reportes desde China remarcan el impacto de la suspensión de las importaciones de plantas frigoríficas en América del Sur, Europa y América del Norte que informaron casos de coronavirus en sus empleados. A eso se suma el enlentecimiento del ingreso de carne por los controles aplicados en los puertos para detectar la posible presencia de coronavirus en alimentos.
Desee mediados de junio Beijing suspendió las importaciones de 14 plantas productoras de carne vacuna, porcina y aviar de Brasil, Holanda, Alemania, Estados Unidos y Canadá. A eso se suman siete plantas que suspendieron voluntariamente sus exportaciones a China en Argentina, Reino Unidos e Italia.
Para julio se prevé un descenso fuerte en las importaciones con algunos funcionarios chinos consultados por el Financial Times que sugirieron que los controles en los puertos podrían flexibilizarse a partir de agosto, aunque no hay consenso al respecto.