Rabobank: consumo de carne estable en 2024 ¿Y los precios?

Según un nuevo informe del banco especializado en commodities Rabobank, es probable que la demanda mundial de carne vacuna se mantenga estable en 2024 a pesar de los desafíos económicos y los cambios de los consumidores hacia proteínas de menor precio. Sin embargo, los flujos comerciales están cambiando.

En la mayoría de los mercados, los precios minoristas de la carne vacuna han aumentado desde 2019, y el impacto de la inflación en 2022 y 2023 aumentó el costo de vida, presionó los presupuestos de los consumidores y cambió los patrones de gasto. Dado que los consumidores tienden a optar por opciones más baratas en 2023, las empresas minoristas y de servicios de alimentos comenzaron a promover con mayor frecuencia propuestas basadas en valor, algunas de las cuales obtuvieron mejores resultados.

“Si bien hubo cierto cambio de canal y movimiento hacia opciones de menor precio para la carne vacuna, la demanda general se mantuvo relativamente bien en 2023, respaldando los niveles de consumo”, afirma Angus Gidley-Baird, analista senior de proteína animal en Rabobank.

Más desempleo y menos salario

Aún así, Rabobank espera que las tasas de crecimiento del PIB se desaceleren y las tasas de desempleo aumenten en muchos países en 2024. El aumento del desempleo sugiere que la presión al alza sobre los salarios debería disminuir, y si la inflación sigue alta, los salarios reales deberían disminuir, ejerciendo más presión sobre los ingresos de los hogares.

“Las preguntas sobre el desempeño económico, los niveles de ingresos, los costos y la dirección de la política monetaria siguen sin respuesta, pero esperamos que la demanda general de carne vacuna se mantenga en 2024 y, por lo tanto, los niveles de consumo se mantengan estables”, señala Gidley-Baird.

A pesar de los obstáculos económicos, Rabobank mantiene una perspectiva neutral para la producción mundial de carne vacuna, con aumentos en Australia y Brasil compensando las caídas en Europa y Estados Unidos.

Fijación de precios

“Sin una fuerte demanda que impulse el volumen a través de la cadena de suministro y suba los precios, la fijación de precios vuelve al extremo de la cadena del productor y, con ello, una mayor exposición a las condiciones estacionales y al sentimiento del productor”, explica Gidley-Baird.

La solidez de las perspectivas económicas en los diferentes mercados consumidores de carne vacuna crea una superposición interesante con la situación de la producción mundial de carne vacuna y la balanza comercial.

“Dado que se espera un crecimiento limitado o negativo de los salarios reales en 2024, junto con un entorno de mayores costos, creemos que el consumo mundial de carne vacuna se mantendrá estable en el mejor de los casos y posiblemente disminuirá hasta 2024, con algunas variaciones regionales notables”, dice Gidley-Baird.

Para quienes participan en la cadena de suministro, esto plantea cuestiones importantes en torno a los márgenes y el comercio. ¿Se pueden mantener o aumentar los precios para compensar la pérdida de consumo, o es necesario bajar los precios minoristas para fomentar un mayor consumo?

EEUU y Australia, caras opuestas

En un mercado donde el crecimiento de la producción de carne vacuna es limitado –Estados Unidos, por ejemplo– el consumidor puede estar dispuesto a tolerar precios más altos a expensas de parte del consumo, es decir, manteniendo la demanda. Por otro lado, en un mercado con una oferta creciente –como Australia– puede ser necesario bajar los precios para fomentar el consumo.

China débil en el primer semestre

La demanda de importaciones de China debería seguir siendo débil en 2024 –al menos en el primer semestre– y con la fortaleza de la demanda y la menor oferta interna en el mercado estadounidense, el comercio de carne vacuna se está desviando.

“Las exportaciones de Brasil a Estados Unidos en enero de 2024 fueron superiores a las de 2023, y los volúmenes australianos aumentaron un 127% año tras año. Si la recuperación de China es mejor de lo esperado, los mercados mundiales de carne vacuna podrían volverse bastante ajustados, lo que provocaría aumentos de precios”, señala Gidley-Baird.

Debido a sus perspectivas económicas razonables y a sus menores suministros internos, es probable que Estados Unidos lidere el mercado de fijación de precios de la carne vacuna y obtenga mayores volúmenes de Australia, Nueva Zelanda, Brasil, Canadá y México.

«Pero el valor se convertirá en el tema predominante en la mayoría de los mercados para retener a los consumidores que enfrentan condiciones económicas más estrictas», explica Gidley-Baird.

 

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