Los primeros ensayos de un prototipo de vacuna creada por una empresa estadounidense redujeron 13% las emisiones de metano en 10 vacas, informó la revista New Scientist.
La startup ArkeaBio desarrolló un fármaco que reduce las emisiones de metano de los eructos de las vacas y tiene planes de lanzarla comercialmente dentro de tres años. La vacuna actúa sobre las bacterias productoras de metano que viven en el sistema digestivo de las vacas.
Las vacas a las que se les administró la vacuna prototipo produjeron un 12,9% las emisiones de metano durante un período de 105 días, según los resultados de un ensayo de 2023 visto por New Scientist. La aplicación no mostró efectos secundarios adversos ni alteraciones en las tasas de crecimiento.
El ensayo se llevó a cabo en colaboración con Texas A&M AgriLife Research, la agencia agrícola del estado de Texas. En él participaron 10 vacas, cinco de las cuales actuaron como grupo de control y las otras cinco vacas recibieron una vacuna en el cuello, seguida de una dosis de refuerzo 56 días después. Los resultados se presentaron en la reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Ciencia Animal en Calgary, Canadá.
En junio de este año se inició un segundo ensayo en vivo con 14 vacas, que todavía continúa. Los primeros resultados sugieren una reducción de metano de al menos 13% por vaca, y se espera que los efectos duren más de tres meses, afirma Cliff Lamb de AgriLife.
Los científicos han estado trabajando durante décadas en la idea de una vacuna para vacas que elimine el metano con poco éxito, pero las drásticas reducciones de costos en biotecnología significan que ahora una vacuna es una posibilidad comercial, dice Colin South de ArkeaBio.
Las emisiones de metano ya se pueden reducir modificando la dieta de las vacas con aditivos alimentarios que inhiben la actividad de los metanógenos, las bacterias que producen el metano en el sistema digestivo de las vacas. Pero estos aditivos sólo son útiles para el ganado de corral y no para el ganado de pasto.
Richard Eckard, de la Universidad de Melbourne (Australia), afirma que una vacuna contra el metano “es probablemente la única opción que realmente tendrá un impacto” en las emisiones del ganado en pastoreo. “Si la industria ganadera tiene que hacer una contribución seria a la reducción de sus emisiones de gases de efecto invernadero, una vacuna es un paso esencial”, afirma.
La vacuna prototipo de ArkeaBio funciona estimulando el sistema inmunológico de la vaca para que produzca anticuerpos en su saliva, que atacarían a los microbios productores de metano en el rumen.
La empresa pretende mejorar el producto que está en etapa de ensayos y sacar al mercado una vacuna que reduzca las emisiones de metano entre un 15% y un 20% por vaca, manteniendo esa reducción durante al menos tres a seis meses. Los resultados de los ensayos son prometedores, pero se necesitan más mejoras antes de poder lanzar la vacuna.
Alexander Hristov, de la Universidad Estatal de Pensilvania, afirma que los resultados de ArkeaBio parecen “prometedores” y añade que una reducción del 15 al 20 por ciento en las emisiones de metano sería “sustancial”.
“Es un buen enfoque, pero queda mucho por hacer para estar seguros de que funciona, de que ofrece resultados consistentes en sistemas de producción divergentes, de que no hay adaptación de los metanógenos del rumen, de que es económicamente viable y de que no tiene efectos secundarios”, añade.