Un dólar en un mes. Esa fue la caída que registró el precio del novillo entre el 20 de agosto y el 20 de setiembre. A mediados de esta semana frigoríficos ya están proponiendo menos de US$ 4 por kilo a carne: alguna planta US$ 3,80, otras US$ 3,90. Hay plantas que no están operando y otras que no están pasando precio. Las entradas se dan para mediados de octubre.
La propuesta de la industria va entre US$ 3,60 y US$ 3,70 para la vaca. Y US$ 3,70 a US$ 3,80 la vaquillona. “El mercado está dificultoso”, dijo un consignatario consultado.
La agricultura está ganando terreno y con esta coyuntura ganadera va a ganar más todavía, consideró el operador.
Hay algo más de oferta, pero no es abultada. Algunos productores se resisten a vender y otros, con mayor presión forrajera, concretan negocios “porque las entradas son largas y se le va a complicar para adelante”.
El factor clima es clave tanto en ganado para faena como para la reposición. Con demanda cautelosa, todas las categorías tuvieron flechas rojas en la grilla de ACG de esta semana. El ternero promedió US$ 2,95 frente a US$ 3,05 de la semana anterior. La ternera pasó de US$ 3 a US$ 2,86 y la vaca de invernada de US$ 2,15 a US$ 2,06. La semana que viene habrá nuevas referencias en Plaza Rural.
La reposición va a caer en proporción a los gordos, estima el mercado. Por ahora la relación flaco gordo está en 1.25, un salto respecto a la paridad mantenida en el último año.
Es grande la incertidumbre hacia adelante. Una vaca que se vendía en US$ 2,15-US$ 2,20 hoy cotiza US$ 1,90 – US$ 1,80.
Los lanares no escapan al ajuste, también presionados por una demanda china debilitada. Con entradas que se han alargado, mayor dificultad para las categorías más grandes. También las flechas rojas predominan en la grilla de precios, con el cordero mamón que se desplomó de US$ 4,80 a US$ 4,48. El cordero pesado de US$ 4,72 a US$ 4,53. La oveja de US$ 4,18 a US$ 4,09.