Este jueves se oficializa el reconocimiento internacional de tres nuevas zonas brasileñas como libres de fiebre aftosa sin vacunación, en el marco de la Asamblea Anual de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE).
El área cubre los estados de Paraná, Rio Grande do Sul, Acre, Rondônia y parte de Amazonas y Mato Grosso. El objetivo es que todo el territorio brasileño sea considerado libre de fiebre aftosa sin vacunación para el 2026.
“Creo que en las condiciones que está Uruguay no es de preocupación inmediata desde el punto de vista sanitario. Y desde el punto de vista comercial en el corto plazo no sería un riesgo mayor”, señaló a Ganadería.uy Jorge Slavica, veterinario, delegado de Cooperativas Agrarias Federadas en la junta directiva de INAC.
En caso de que Uruguay quisiera seguir los pasos de Brasil, consideró Slavica, entre otras cosas tendría que prepararse con infraestructura y recursos humanos.
“Esto es muy dinámico. Los mercados pueden cambiar. Brasil es un actor fuerte en la exportación de carne. Y de alguna manera -si bien Uruguay está bien posicionado- no quiere decir que en el futuro tenga que tomar alguna acción. Pero también tiene que estar preparado internamente para asumir los costos de eso”, sostuvo Slavica.
En 2019 fue presentado el resultado de una evaluación de los efectos económicos de un posible cambio en el estatus sanitario de Uruguay en relación a la prevención y el control de la fiebre aftosa, un trabajo realizado por una consultora internacional encomendado por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca; INAC e INIA.
El reporte presentó tres escenarios, sus costos e impactos: el retiro de la vacunación; una estrategia sin vacunación mejorada (fortaleciendo los componentes de bioseguridad, vigilancia y gestión sanitaria); y finalmente una estrategia de vacunación mejorada (la opción más costosa).
Slavica apunto a la fiebre aftosa como “el paradigma de las barreras paraarancelarias”, pero ahora en un escenario donde han cobrado importancia otras barreras como el bienestar animal, la resistencia microbiana u otro tipo de barreras, poniendo como ejemplo el caso de la restricción europea al uso de estradiol. “Las amenazas que tiene el sector de la carne desde el punto de vista de las barreras paraarancelarias se renuevan continuamente”, explicó.
Para el especialista, Uruguay tiene que tener una actitud proactiva, no solo para prever estas situaciones, sino también destinar recursos “que no son infinitos”.
Por ahora no está en la agenda que Uruguay deje de vacunar, dijo. “Mi posición es que esto es un tema más económico que sanitario”, concluyó.