El presidente de EEUU, Joe Biden, anunció una nueva norma del Departamento de Agricultura (USDA) contra las prácticas desleales, injustas y engañosas en el mercado de ganado, dominado por cuatro empresas frigoríficas.
La regla se propone “dar a los productores de aves de corral, cerdos y ganado vacuno más influencia en el trato con los procesadores de carne” y “promover la competencia”.
Biden subrayó que cuatro actores de la industria controlan el 80% del mercado y, por ende, los precios. Actúan como una suerte de “cartel” con precios acordados “así que ganan más, y los productores y los consumidores obtienen menos” dijo el presidente de EEUU. A la vez, esto presiona al alza la inflación, la principal preocupación de EEUU hoy.
La propuesta estará abierta a comentarios públicos durante 60 días. Identifica prácticas ilícitas y engañosas en los contratos entre procesadores y productores y prohibiría las represalias contra los productores.
En mayo, el USDA propuso la primera de tres regulaciones, para reformar el sistema que enfrenta a los productores entre sí en una competencia por los ingresos de los procesadores.
Multas por fijación de precios
El mismo día que fue anunciada esta norma, se conoció que Smithfield Foods Inc, una empresa de carne de cerdo, acordó pagar US$ 75 millones para resolver una demanda de los consumidores que acusaron a la compañía y a varios competidores de conspirar para inflar los precios en el mercado de carne de cerdo, limitando la oferta.
El mercado de carne de cerdo en EEUU representa US$ 20.000 millones anuales.
La semana pasada un juez aprobó un acuerdo similar de US$ 20 millones entre los consumidores y el frigorífico JBS SA, uno de los mayores competidores de Smithfield.
Smithfield negó responsabilidad en los hechos denunciados y aceptó el acuerdo para reducir “el riesgo y el costo de los litigios prolongados”.
La compañía tiene su sede en Smithfield, Virginia, y es una unidad de WH Group ltd, que cotiza en Hong Kong y se autodenomina la compañía de carne de cerdo más grande del mundo.
Smithfield previamente llegó a acuerdos de $83 millones con los llamados compradores «directos» como Maplevale Farms y $42 millones con compradores comerciales, un grupo que incluye restaurantes.
Algunos de los otros acusados son Hormel Foods Corp, Tyson Foods Inc y el proveedor de datos Agri Stats Inc.