Con el dólar a $ 38,35, su menor valor desde febrero de 2020, y los novillos en pie a US$ 1,79 por kilo según la grilla de la Asociación de Consignatarios (ACG) de esta semana, el precio de los ganados toca un piso de $ 68,64 por kilo. Es el menor valor desde mayo de 2019.
La industria ha vuelto a poner una pausa a la demanda de ganado gordo, bajando sensiblemente los precios en fechas especiales en que a productores precisan vender, embarcar y cerrar el año. Los negocios ganaderos llegan a fin de año en una transición hacia la formación de mercado y la búsqueda de un equilibrio, condicionado por las lluvias y la perspectiva de que en las primeras semanas del año 2023 no habrá una oferta voluminosa.
Promediando la semana el mercado del gordo se mantiene trancado, con plantas que no pasan propuestas de valores y piden anotar ganado sin precio. “Diciembre ya se fue”, consideró el consignatario Alejandro Nicolich, director de Nicolich & Cía, en Tiempo de Cambio de Radio Rural.
Los frigoríficos que pasan precios lo hacen muy por debajo de la referencia de ACG para la última semana y los negocios no se concretan: US$ 3,10 por novillos. El lunes ACG informó que el promedio de los negocios de la semana anterior fue de US$ 3,33 con una caída semanal de 16 centavos.
Las lluvias de este fin de semana podrían permitir a los productores renegociar ganados que tengan prontos, pero “la expectativa no es de que esto se vaya a arreglar pronto”, dijo Nicolich.
Para Joaquín Falcón, presidente de ACG, la faena de 53.330 cabezas en la última semana sorprendió. Atribuyó la cifra, la mayor desde junio, a ganados comprados varias semanas para atrás y al aporte de los corrales.
La oferta esta semana “se achicó un poco más” y los nuevos precios propuestos no conforman por lo que los productores van a esperar un poco para sacar sus ganados.
El mercado del gordo “cierra el año mal”, con peso fuerte del clima y plantas hablando de US$ 3,10 y menos de 3 dólares para la vaca, señaló Gerardo Zambrano, titular de Zambrano y Compañía. Por “alguna referencia y alguna intuición” proyecta que para febrero las cosas deberían mejorar en el tema de la carne. Para 2023 espera un año más equilibrado, sin picos tan pronunciados, que permita una mayor previsibilidad.
En ovinos las entradas están más ágiles y si bien los precios mantienen una tendencia a la baja en la mayoría de las categorías se puede levantar los animales que estaban colocados y con plazos de 20 a 30 días en el cuello de botella de la zafra.