Las lluvias que favorecieron a los campos uruguayos en las últimas 72 horas fueron insuficientes en la mayoría de las zonas agrícolas de Argentina, donde los reclamos de declaración de la emergencia sanitaria en las provincias de Buenos Aires y Entre Ríos son cada vez más fuertes.
El último fin de semana se acumularon promedios de entre 25 y 35 milímetros, según las zonas, y la expectativa es que con las precipitaciones esperadas para los próximos días se llegue a sumar promedios de entre 50 y 70 milímetros.
En la provincia de Buenos Aires, la coalición de Juntos por el Cambio le solicitó al gobernador Axel Kicillof que decrete la Emergencia o Desastre Agropecuario en la provincia y “se de intervención al Ministerio de Desarrollo Agrario para que adopte medidas especiales de apoyo a los productores perjudicados por la sequía”. La provincia de Santa Fe ya tomó ese camino.
“A pesar de las lluvias registradas en las últimas horas, más del 70% de la zona núcleo rural ha sido duramente afectada por la falta de precipitaciones, la bajante de ríos y la intensa ola de calor que asoló a la provincia. Estas condiciones climáticas extremas golpearon fuertemente al campo, generando pérdidas irrecuperables y complicaciones en la cosecha, lo que disparó el reclamo de las entidades gremiales del campo”, expresó el legislador Luciano Bugallo.
La sequía ya generó daños irreversibles en la campaña agrícola y amenaza con provocar mayores pérdidas, y esta semana será clave para la toma de decisiones ante el reclamo de las entidades del campo.