“Robusto, eficiente y amigable con el ambiente”. Así es, o deberá ser, el ovino del futuro, según fue expuesto en una jornada sobre el “rol de la mejora genética y la gestión sostenible de los recursos naturales en sistemas productivos con ovinos”.
Los investigadores del programa Smarter, que el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) y el Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL) desarrollan junto a nueve países europeos, presentaron sus primeros resultados a más de 100 productores reunidos en Tacuarembó.
“Los compradores de lana de calidad en los mercados más exigentes están valorizando la combinación de la buena genética que Uruguay tiene con el componente ambiental; eso ya se está pagando hoy en el mercado”, afirmó Gabriel Ciappesoni, director del programa Carne y Lana de INIA.
La clave es lograr animales más eficientes y amigables con el ambiente, con menos emisiones de metano y más resistentes a parásitos intestinales.
La aplicación de los resultados de las investigaciones en curso para el manejo de los rebaños puede servir para la valorización de los productos, una urgencia para la lana, que sigue sufriendo una depreciación a partir de 2020, particularmente en las lanas más gruesas y con menor valor agregado.