La industria cárnica australiana da pasos agigantados en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero

La cadena ganadera-cárnica australiana ha reducido sus emisiones netas de gases de efecto invernadero en un 65% desde 2005, de acuerdo a un nuevo informe de investigación publicado por CSIRO y Meat & Livestock Australia (MLA).

Utilizando información principalmente del Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero de Australia de 2020, las emisiones totales de gases de efecto invernadero (GEI) atribuidas a la industria de la carne roja fueron de 51,25 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente de GEI en 2020. Esta es una disminución del 6,4 % en comparación con 2019 y un Disminución del 65% en comparación con el año de referencia de 2005.

Las emisiones de la industria cárnica en Australia representaron el 10,3% del total nacional de emisiones de GEI en 2020. Según el director general de MLA, Jason Strong, la reducción lograda en 2020 se explicó en parte por una caída en el stock de cabezas de ganado vinculada a la sequía previo a 2020.

“La cantidad de ganado en el suelo influye en las emisiones generales de la industria, y sabemos que estas cifras fluctuarán con las condiciones estacionales y del mercado”, dijo Strong.

“A través de una iniciativa llamada CN30, nuestro objetivo es ser neutrales en carbono para 2030, lo que nos permite invertir en innovación y tecnología que ayudará a nuestra industria a ser neutral en carbono y al mismo tiempo mantener la productividad”, remarcó.

“El objetivo de CN30 se centra en lograr nuestros objetivos a través de la innovación, lo que nos permite mantener los números de stock y al mismo tiempo ofrecer resultados ambientales aún mejores”.

“Sabemos que habrá variaciones de un año a otro en las emisiones de la industria, pero este informe destaca que la tendencia general es que la industria está disminuyendo sus emisiones”.

El nuevo informe de investigación examinó la producción de ganado vacuno, ovino para carne y caprino, así como el procesamiento doméstico de estos animales. Las emisiones se atribuyeron a la industria de la carne roja en función del número de animales, la ingesta de alimentos, el procesamiento del ganado y el uso de recursos. Es parte del trabajo de la industria en la evaluación comparativa anual de su huella de GEI, que ha estado ocurriendo desde 2015.

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