La faena de vacunos ajustó levemente a la baja luego de tres semanas consecutivas de suba y se ubicó por debajo de las 45.000 reses. Aun así, comenzó el año con mayor ritmo que el año pasado y termina enero con un crecimiento de 37% respecto al año pasado.
En el primer mes del año se faenaron 178.740 animales, un casi 50.000 más (37%) que los 130.373 del mismo mes de 2020 pero por debajo de la actividad de los tres años previos a 2020. Todas las categorías aumentaron en proporciones similares: las vacas totalizaron 71.417 cabezas, un 38,2% más que un año atrás y las vaquillonas 38% a 22.518 reses; mientras que los novillos aumentaron 37% a 81.528.
En la última semana de enero se quebró la referencia de las 45.000 reses y la faena bajó levemente. Se faenaron 44.933 vacunos, 2% menos que los 45.958 registrado en la semana previa pero un 28% más que las 35.047 reses industrializadas un año atrás según los datos del Instituto Nacional de Carnes.
Las vacas fueron las que sostuvieron la actividad. Se faenaron 18.968 animales, un 3% más que los 18.366 de la semana anterior pero un 25% más que las 15.239 de un año atrás.
La faena de novillos ajustó 5% a la baja, pasando de 21.246 a 20.204 animales, pero se ubicó un 32% por encima que las 15.264 faenadas en igual semana del año pasado.
La faena de vaquillonas fue la que más bajó. Mostró una caída semanal de 10% por segunda semana consecutiva pasando de 5.402 a 4.880 cabezas. En la comparación interanual la faena de vaquillonas quedó 25% por encima de 2020.