Faena de ovejas en máximos de 11 años

La faena de lanares se duplicó respecto a un año atrás, impulsada por un fuerte aumento en la faena de ovejas que alcanzó máximos desde 2010 y enciende una luz amarilla en el sector ovino que, a pesar de una buena señalada, probablemente marque un nuevo ajuste a la baja en el stock nacional a mediados de año.

Según los datos del Instituto Nacional de Carnes, la faena de ovinos en los primeros cuatro meses del año sumó 453.626 animales, más del doble que los 201.404 faenados en el mismo momento de 2020. En abril, la actividad se cuadruplicó respecto a un año atrás.

La participación de las ovejas sobre el total de la faena en el primer cuatrimestre fue de 41%, siete puntos porcentuales más que en el mismo momento del año pasado y el mayor registro también desde 2010.

La faena de ovejas –la máquina de producir de la majada- se triplicó respecto a un año atrás. En el primer cuatrimestre alcanzó las 185.523 cabezas, casi el triple (167% más) que las 69.358 de un año atrás.

Varios son los factores que inciden en un incremento en la faena. Por un lado, un mercado lanero trancado en los segmentos de lanas medias y gruesas y por el otro una demanda industrial con altibajos a pesar de precios internacionales sostenidos en muy buenos valores.

José Francisco Ramos, técnico del Secretariado Uruguayo de la Lana dijo a Blasina y Asociados que “Hay datos contundentes como para afirmar que va a haber una caída del stock. Culturalmente el rubro ovino le da mucha importancia a la lana, aun cuando en sistemas productores de lana fina el componente carne ovina representa ente un 40 – 50% del producto bruto ovino total. Y sin considerar los desestimulos por ataques de perros y abigeato, la prácticamente nula colocación para lanas medias o gruesas y algunas dificultades en la comercialización de carne ovina generó desánimo”, señaló José Francisco Ramos, técnico del Secretariado Uruguayo de la Lana.

Ramos sin embargo destacó que donde está el grueso de la majada hay buenas perspectivas. Productores aplicando tecnología, en algunos casos priorizando la producción de carne o afinando las majadas y aumentando la señalada.

Según el último censo agropecuario del Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca, en un escenario de caída de stock, entre 2001 y 2016 la participación de genotipos productores de lana fina ha crecido. Señal de un incremento en los cruzamientos en estos últimos años como estrategia de afinamiento.

Demanda industrial con altibajos

A fines del año pasado, con la faena de los ganados de corral con destino a la Cuota 481 hubo un trancazo fuerte en la faena de ovinos y como consecuencia una caída en el precio al productor aun con precios de exportación sostenidos por encima de los US$ 4.000 la tonelada peso carcasa.

Según indicó Marcos García Pintos, técnico del SUL, “Este es otro de los factores que explicaron una mayor faena: una acumulación de ovejas de dos años que fueron faenadas en este primer cuatrimestre”.

Estos altibajos en la colocación de los ovinos también generan un desestimulo en la producción y el foco debe estar en los sistemas de producción que sea posible, intentar adelantar la terminación de corderos para octubre noviembre. Para José Ignacio Aguerre, técnico del SUL, “Afortunadamente hay más actores industriales trabajando activamente en la faena de ovinos y eso ha generado una colocación constante, buenos precios y una señal positiva para los productores”.

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