El desplome de la demanda internacional, la escasa oferta y una reducción de la actividad para evitar contagios de covid-19 en los operarios llevará a un fuerte descenso en la faena de vacunos de abril a mínimos de 25 años para ese mes.
Del 1 al 18 de abril se faenaron 64.078 cabezas, menos de la mitad que las 141.002 cabezas del mismo período del año pasado debido al paro sindical de la industria frigorífica y a la semana de Pascuas. Según estimaciones de Blasina y Asociados, la faena de abril podría ubicarse cercana a las 130.000 cabezas si la industria mantiene una faena semanal de 38.000 reses las próximas dos semanas.
Por lo tanto, en el primer cuatrimestre del año la faena será la más baja del siglo: 591.000 cabezas.
La posible recuperación en los próximos meses probablemente no llegue a compensar el desplome de los primeros cuatro meses del año.
Como se puede observar en el gráfico, la diferencia entre el acumulado anual del 2019 y 2018 con el del 2020 y 2019 se ha ido acentuando. En el primer cuatrimestre del 2019 la faena estaba un 3% por debajo que en el mismo momento del 2018, mientras que este año el descenso es del 31%.
Del 1 de enero al 18 de abril se faenaron 525.597 animales, 234.530 menos que los 760.127 del mismo período del año pasado. Principalmente por una caída en la faena de novillos de 8 dientes y de vacas.
La participación de las hembras alcanzó el 53% del total de la faena -38% vacas, 15% vaquillonas- mismo porcentaje que el año pasado pero con una caída en la participación de vacas y un incremento en las vaquillonas.
En el acumulado anual se llevan faenadas 197.228 vacas, 37% menos que las 315.290 del mismo período del año pasado. La faena de vaquillonas está 14% por debajo que la del año pasado, 76.643 cabezas vs. 88.653.
La faena total de novillos bajó 29% o 100.000 cabezas, de 340.896 a 240.913. Los de ocho y seis dientes bajaron 48% y 40% respectivamente.