Los exportadores argentinos ratifican lo que ya venían advirtiendo desde el mes pasado: un derrumbe en el mercado chino y una fuerte baja de precios en otros mercados.
En el país asiático los valores han bajado hasta 35%, y entre 25% y 30% en otros mercados. En este contexto, algunos frigoríficos bajaron sus niveles de producción o adelantaron vacaciones, entre otras medidas, informó el diario La Nación.
“China no va a dejar de comprar, pero lo está haciendo en volúmenes muy reducidos. Creemos que operaciones fluidas, como estamos acostumbrados, no van a volver hasta dentro de cinco o seis meses”, dijo a ese medio argentino Carlos Riusech, vicepresidente del Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas (ABC) y CEO de Frigorífico Gorina.
El enfriamiento de la economía china, la devaluación de su moneda y una mayor oferta de carne porcina son determinantes en este escenario. Según el industrial, la impresión es que el país asiático ya está abastecido para las festividades de Año Nuevo.
“Se vive un clima de mucha incertidumbre porque como los precios no han dejado de bajar, todos están esperando que encuentren un piso para así poder determinar cuál el nivel más bajo al que van a llegar”, indicó.
Ruisech, que participó de la feria SIAL, remarcó también el enfriamiento de Europa y la fuerte caída en la demanda.