El gobierno de Argentina está trabajando en una “flexibilización” y en “correcciones” al cepo para exportar, por lo que no atenderá el pedido de las entidades del sector que reclamaron en una carta –y posteriormente en una reunión virtual- la reapertura sin trabas como “imprescindible” para diseñar un programa de fomento a la actividad.
Esto fue lo que respondieron a las gremiales el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas y el ministro de Agricultura, Luis Basterra, según un miembro de las gremiales que participó en el encuentro, citado en La Nación.
El gobierno tiene decidido avanzar en una flexibilización para la carne bovina que se vende a China que no tiene consumo masivo en Argentina, además de la carne kosher para Israel, y comunicará esta semana las nuevas medidas que admitirá.
Desarrollar un programa de incentivo a la actividad para aumentar la producción de carne de 3 a 5 millones de toneladas, como pretende el gobierno, es inviable según los productores con las exportaciones cuotificadas al 50%.
En la carta enviada las entidades del agro enumeran más de 20 puntos claves para un plan ganadero, encabezadas por la “imprescindible eliminación de toda restricción al comercio exterior de carnes bovinas” con el objetivo de “poder volver a recrear las condiciones de confianza necesarias, para generar un horizonte de negocios estable, con reglas de juego previsibles y congruentes con las condiciones que se requieren para impulsar la inversión, el empleo y la productividad del sector”, dice la carta, citada en La Nación.