El consumo de carnes en Uruguay en 2023 fue de 94 kilos por persona y alcanzó su mayor nivel desde 2015, cuando había sumado 98,6 kilos, según los datos del Instituto Nacional de Carnes (INAC).
El incremento respecto a 2022 fue de 1,5 kilos por persona, con aumentos en la ingesta de carne vacuna, porcina y ovina y un descenso de casi un kilo en la proteína aviar. Pero si se toman los últimos 10 años se pueden ver cambios sustantivos en los hábitos de consumo.
En 2013, último año en que los uruguayos consumieron más de 100 kilos anuales por persona de todas las carnes, la vacuna representaba casi el 60% del total con 59,4 kgs. Para 2023 el consumo de carne vacuna bajó casi 14 kilos, un 23% en 10 años, y pasó a representar el 48% del total.En el mismo período creció 15% la carne aviar (pollo, fundamentalmente) y 30% la carne de cerdo. El consumo de carne ovina cayó casi 50% entre 2013 y 2021 y en los últimos dos años repuntó.
En Argentina, por su parte, el consumo per cápita subió unos dos kilos por persona en 2023 a pesar del aumento del costo de vida y llegó a 113 kilos anuales, el máximo desde 2018.El consumo total en Argentina se mantuvo más estable a lo largo de los últimos 10 años, aunque con cambios importantes. Tal como sucedió en Uruguay cayó en forma pronunciada la carne vacuna, de 63 a 50 kilos anuales (-20%), creció 15% la carne aviar y 70% la carne porcina, de 10 a 17 kilos anuales.
Argentina consume menos de 1,5 kilos de carne ovina per cápita, con presencia minoritaria a nivel urbano y hasta 25 kilos anuales en zonas rurales patagónicas, productoras de ovinos.En la comparación entre Uruguay y Argentina lo más relevante es que el último año en que los uruguayos comieron más carne vacuna que los argentinos fue en 2014. Y que en los últimos 10 años el aumento de la ingesta de pollo se acercó notoriamente en Argentina a los números de la carne vacuna: en 2013 cada argentina comía 23 kilos de carne vacuna más que de carne aviar y en 2023 solo 4.
En Uruguay la carne vacuna aún está despegada de la carne y el pollo, que compiten un par de escalones más abajo, en el eje de 20 a 25 kilos anuales, con una trayectoria al alza desde 2020.